“Los refugiados, desplazados internos y apátridas son los que están en primera línea del cambio climático”, aseguró ACNUR en un comunicado con motivo del Día de la Tierra, en el que explicó que muchos de ellos viven en condiciones complicadas, donde faltan recursos para adaptarse a estos fenómenos meteorológicos.
Por ejemplo, durante la próxima temporada de monzones en Bangladés, lluvias torrenciales e inundaciones podrían afectar el campo de refugiados rohinyás en Cox’s Bazar, lo que podrá obligar a sus habitantes a desplazarse nuevamente, después de que muchos tuvieran que hacerlo este año a consecuencia de un incendio en las instalaciones.
Más de mil millones de personas viven en países que están expuestos a peligros relacionados con los fenómenos climáticos y que tienen una capacidad muy limitada para recuperarse si ocurre algún desastre, recuerda la agencia de Naciones Unidas.
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“La emergencia climática es la crisis que define nuestra era y los desplazamientos son una de sus consecuencias más devastadoras”, afirmó ACNUR.
Además, el cambio climático está empeorando otros problemas, como son la pobreza, la inseguridad alimentaria y la falta de agua y otros recursos esenciales, lo que a su vez provoca más desplazamientos.
Los fenómenos meteorológicos extremos con otros factores políticos y sociales pueden empujar a una sucesión de crisis, como es el caso de Afganistán, donde casi todas sus provincias han experimentado algún desastre climático en los últimos 30 años, además de estar clasificado como el país menos pacífico del mundo.
ACNUR pidió a los gobiernos que tomen medidas para combatir el cambio climático y que mejoren la protección y la asistencia para las personas desplazadas por los desastres meteorológicos.
FUENTE: EFE