El cambio climático es una amenaza múltiple y creciente para la salud humana, al punto de que la COP28, que comienza el jueves, dedicará por primera vez un día a este tema.
“Para evitar efectos catastróficos en la salud y prevenir millones de muertes”, es necesario limitar el aumento promedio de la temperatura en la Tierra a 1,5 °C, el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París, sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS), al unísono con otros expertos en salud y organizaciones ambientales.
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En lugar de ello, el planeta se encamina hacia un calentamiento de 2,5 °C a 2,9 °C para el año 2100, según la ONU.
Son los más vulnerables y desfavorecidos, como los niños, mujeres, personas mayores, migrantes o habitantes de los países menos desarrollados, los que están expuestos de manera más drástica y peligrosa, según los expertos.
Olas de calor
El año 2023 se perfila como el más cálido jamás registrado.
Las olas de calor más frecuentes e intensas prometen poner a prueba de manera creciente el cuerpo humano.
En 2022, los habitantes de la Tierra estuvieron expuestos, en promedio, a 86 días de temperaturas potencialmente mortales.
Los más vulnerables pagan el tributo más alto. Por ejemplo, el número de personas mayores de 65 años que murieron debido al calor aumentó un 85% entre 1991-2000 y 2013-2022, según un informe de referencia publicado esta semana por la revista médica The Lancet.
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Solo en Europa, el calor habría causado más de 70.000 muertes el verano pasado, según investigadores que esta semana revisaron al alza la estimación previa de 62.000 víctimas.
Casi cinco veces más personas podrían morir en el mundo debido al calor extremo para 2050, según la “cuenta regresiva” de The Lancet.
Las sequías más frecuentes también exponen a millones de personas a la hambruna. Con un calentamiento de 2 °C para 2100, alrededor de 520 millones de personas adicionales estarían en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave para mediados de siglo.
Y otros eventos climáticos extremos, como tormentas, inundaciones o incendios, causan muertes o enfermedades.
Contaminación del aire
Cerca del 99% de la población mundial respira un aire cuya contaminación supera los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Acentuada por el cambio climático, la contaminación del aire aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias, accidentes cardiovasculares, diabetes o cáncer y, según algunos expertos, tiene efectos comparables, e incluso superiores, a los del tabaco o el alcohol.
La presencia en el aire de gases, metales pesados, partículas y polvo, derivados principalmente de las energías fósiles, pueden atravesar la barrera pulmonar y entrar en la sangre.
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El efecto más perjudicial para la salud está relacionado con una exposición a largo plazo, en particular durante los picos de contaminación, cuando aumentan las infecciones respiratorias y las alergias.
Más de cuatro millones de muertes prematuras, según la OMS, suceden cada año por la contaminación.
Estas muertes prematuras han disminuido, sin embargo, casi un 16% desde 2005, principalmente gracias a un menor consumo de carbón, según de The Lancet.
Enfermedades infecciosas
Al alterar la temperatura y las precipitaciones, el cambio climático también agrava las enfermedades infecciosas y parasitarias.
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Esto se debe especialmente a nuevas áreas de propagación de mosquitos, aves o mamíferos involucrados en epidemias causadas por arbovirosis (dengue, chikungunya, Zika, virus del Nilo Occidental...), bacterias (peste, enfermedad de Lyme...), animales o parásitos (paludismo...).
La transmisión del dengue podría aumentar un 36% con un calentamiento global del 2 °C para 2100, según el informe de The Lancet. Y con el calentamiento de los océanos, más áreas costeras son propicias para la transmisión de la bacteria vibrio, responsable del cólera.
Las tormentas o inundaciones también pueden dejar aguas estancadas, propicias para la reproducción de mosquitos, mientras que las olas de calor aumentan las infecciones transmitidas por el agua.
Salud mental
Ansiedad, depresión o estrés postraumático: el cambio climático también representa un riesgo para la salud mental, especialmente en personas con trastornos síquicos, según los especialistas.
A las repercusiones directas de catástrofes naturales u olas de calor se suman efectos indirectos, como la ecoansiedad, especialmente en adultos jóvenes.
Fuente: AFP.