Las autoridades egipcias prosiguen las labores para tratar de desencallar la gigantesca nave de 400 metros de eslora y más de 200.000 toneladas de capacidad, apoyadas por la empresa japonesa Shoei Kisen, propietaria del barco, que aspira a desencallar la embarcación mañana, sábado.
Sin embargo, existen temores de que el bloqueo se prolongue días e incluso semanas con el coste económico que supone para las decenas de embarcaciones detenidas y para las empresas que no reciben las mercancías en destino.
Desencallar el Ever Given
La Autoridad del Canal de Suez informó este viernes de que se han completado en un 87% los trabajos para desencallar el Ever Given y que se han retirado unos 17.000 metros cúbicos de arena, gracias a la draga llamada Mashhur.
La máquina comenzó a excavar ayer a una distancia de 100 metros de la proa del barco y hoy se sitúa a unos 15 metros, y alcanzó además una profundidad de 15 metros, detalló la Autoridad en un comunicado.
A pesar de que no podrá acercarse a más de 10 metros por seguridad, la autoridad gestora aseguró que se producirán “colapsos de tierra” tras retirar el grueso de la arena que rodea el bulbo.
Mientras se han realizado varios intentos frustrados de mover el portacontenedores con los remolcadores Baraka 1 y Ezzat Adel, dos remolcadores adicionales se sumarán a las operaciones el 28 de marzo, según la empresa gestora del cargamento, la multinacional Bernhard Schulte Shipmanagement (BSM).
En un comunicado remitido a Efe, aseguró que un equipo de la compañía asignada para apoyar en las operaciones, llamada Smit Salvage, se encuentra sobre el terreno y destacó que los esfuerzos se centran en eliminar la arena y el barro en la parte de la proa, y que también se procederá a bombear el agua para reducir los niveles en algunos puntos.
El Ever Given quedó encallado en una orilla del canal y atravesado en el tramo sur a la altura del kilómetro 151 debido a los fuertes vientos y falta de visibilidad por una tormenta de arena que azotó Egipto a principios de esta semana.
Barcos en cola
Cada día que pasa, más barcos están anclados en las entradas norte y sur del canal a la espera de poder cruzarlo: este viernes ya son 237, según la compañía Leth Agencies, que ofrece servicios logísticos en varios canales y estrechos del mundo.
La mayoría de las embarcaciones, 107, se encuentran en la zona de Suez, donde el puerto está congestionado y han tenido que anclarse en el golfo situado entre el Egipto continental y la península del Sinaí, tal y como se puede ver en imágenes de satélite.
Según los datos de Leth Agencies, del total de barcos parados, 64 son buques de diferentes productos, además de 22 petroleros y 53 portacontenedores, siendo el canal una de las vías preferenciales de las mercancías entre Europa y Asia.
Sin embargo, ya un portacontenedores ha optado por evitar el canal de Suez y rodear el continente africano, a pesar de que eso conlleve varios días más de navegación: es el Ever Greet, “hermano” del Ever Given también de la naviera taiwanesa Evergreen, según el servicio de análisis Lloyd’s List, con sede en Londres.
Pérdidas millonarias
Lloyd’s calculó además que el bloqueo del canal provoca una retención de mercancías por un valor de unos USD 9.600 millones diarios, con el tráfico hacia Occidente valorado en USD 5.100 millones y hacia Oriente, USD 4.500 millones al día.
Por otra parte, un informe elaborado por analistas de la aseguradora francesa Euler Hermes, filial del grupo alemán Allianz, estimó que el cierre del canal podría costar entre USD 6.000 y 10.000 millones (entre 5.100 y 8.500 millones de euros) a la semana al comercio mundial.
Asimismo, restaría entre 0,2 y 0,4 puntos porcentuales semanales al crecimiento previsto de los intercambios comerciales en 2021 y representa “la gota que colma el vaso” en las interrupciones de las cadenas de suministro registradas desde el principio del año por problemas como la escasez de contenedores o semiconductores.
También la agencia Moody’s destacó que el bloqueo del canal “no podría haber ocurrido en un momento peor” ya que las cadenas de suministro están “altamente vulnerables” por la coyuntura mundial.