Un equipo de científicos marinos de la Florida International University (FIU) dirigido por Mark J. Butler y Angelo Spadaro estudió cómo resolver el problema de la invasión del alga verde Halimeda, que tiene una textura y sabor poco apetecibles para la mayoría de los peces y otros animales que pueblan los arrecifes.
Así descubrió, según el estudio publicado en Current Biology, que la excepción es el cangrejo Mithrax spinossisimus (Rey del Caribe), al que sí le gusta la Halimeda.
El siguiente paso fue comprobar qué podía pasar si se aumentaba la concentración del cangrejo rey en puntos específicos de la barrera coralina de los cayos de Florida.
El 80% de las algas desaparecen de los arrecifes si se restriegan antes de introducir los cangrejos y si esa operación previa que requiere de humanos no se realiza, el porcentaje de efectividad baja al 50% o más.
Butler dijo que los “cangrejos básicamente limpian la casa para que los corales vayan mejor”, según un comunicado de FIU.
La Halimeda no solo ahoga los corales y limita su crecimiento y reproducción, sino que además impide el establecimiento de corales jóvenes y deposita sus semillas en las oquedades donde se esconden y crían las especies que viven en los arrecifes y las dejan así sin refugio.
Una vez que la situación fue puesta bajo control en los puntos donde se aumentó la concentración de cangrejos, los científicos observaron una mayor presencia de peces y otros animales marinos.
Butler es profesor de ecología tropical en el Instituto de Medio Ambiente y en el Departamento de Ciencias Biológicas de FIU, a la que se incorporó este año.
Ha llevado a cabo investigaciones de campo en los Cayos de Florida y el Caribe por más de 30 años y ha publicado más de 150 artículos científicos sobre ecología tropical marina.
Los arrecifes coralinos son uno de los ecosistemas más importantes del mundo, comparables con las selvas tropicales en tierra.
La barrera coralina del sur de Florida, que termina en los Cayos, sustenta uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad en la tierra, proporciona hábitat para peces e invertebrados, ofrece protección costera contra las tormentas y tiene beneficios farmacéuticos, según la entidad de conservación de naturaleza del estado.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EEUU calcula en USD 8.500 millones los activos económicos a los que afectaría la destrucción de la barrera de coral en el sureste de Florida.