Por Pedro Gamarra Doldán
En 1870, Francia se declara de nuevo república (la tercera), que se caracterizó por un paulatino apartamiento de la religión católica como religión oficial, pero ya antes (La ley de Combe en 1901), declaraba que en caso de guerra internacional, los sacerdotes debían también prestar servicio militar.
En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial, que durará hasta 1918, y en donde murieron 20 millones de combatientes, de los cuales 1.400.00 eran franceses. Muchos sacerdotes estuvieron en el frente, sea en el servicio médico o espiritual; muchos de esos curas que estuvieron ahí poco después vendrían a Paraguay.
Es sabido que toda guerra necesita divertimiento en música de trincheras. Así, los músicos Busquet y Camille Robert redactan la música y la letra, de una canción inusual que tuvo un inmediato éxito en el ejército y en la población civil. La letra era una tonadilla picaresca, y semiamorosa.
EN PARAGUAY
En 1904 llega el Paraguay la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús (FVD), que se instala en la Quinta Gonzales-Peña, que fue adquirida, y desde junio de dicho año, comienzan las clases.
Los sacerdotes son franceses (Vascos), que ya en 1911 forman el Círculo Literario, hoy día la Academia Literaria, que cumplió en el 2011 su primer centenario, recordado con una emisión filatélica. La biblioteca del colegio fue desde el comienzo muy buena. Hacia 1920, llega al Paraguay el padre Alejo Marcelino Noutz, quien había estado en las trincheras de la Gran Guerra, y simpatizaba con la música marcial y pegadiza de La Madelón, tal era el nombre de aquella música que había alcanzado el gran éxito.
El religioso traba enseguida amistad con el ex alumno del colegio, entonces, teniente Arturo Bray, quien sirvió en Francia en el ejército inglés, en la Primera Guerra Mundial, debido a que era descendiente de birtánicos. Bray que era habitué del colegio, comparte sus recuerdos con el padre Noutz; ambos eran cultos.
Así resuelven buscar una música que, como Campamento Cerro León, en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay (1874 -1870), motivó en demasía a la tropa, y se notaba que el problema de límites con Bolivia no terminaría diplomáticamente. Así, sobre la música de La Madelon en la Primera Guerra Mundial para 1923, ya estaba lista otra canción, que tanta importancia tendrá en el país contemporáneo.
Entre 1922-1923, el país estuvo inmerso en la guerra civil, y en la que luchará Arturo Bray, entre otros militares, muchos de los cuales sacaran de allí su principal práctica militar para la Guerra contra Bolivia. Así fue que se estrenó el himno en el año 1923. Era presidente provisorio del país, Eusebio Ayala.
El 12 de octubre se conmemora el Día de la Raza, una jornada en la que se recordaba el descubrimiento de América, y el surgimiento de una nueva raza.
Así, el día 12 de octubre de 1923, en homenaje a esta fiesta, el Colegio San José organizó en el Parque Bernardino Caballero, una exhibición simbólica, para estrenar la canción que lleva el nombre formal de Himno de la Raza. Lo cantaron los alumnos de la congregación betharramita, y esta música estaba dedicada al presidente Eligio Ayala. También se entonó otro homenaje al entonces ministro de Guerra y Marina, Eliseo Da Rosa.
Así fue como el himno de la Raza fue adoptado por el colegio San José.
Al año siguiente, en el Club Deportivo Sajonia, serían soldados los que cantaran, comandados por Arturo Bray, ante una comisión militar japonesa que llegó a visitarnos. Durante la Guerra del Chaco, la canción tuvo su protagonismo, pero suena sobre todo cuando se crea el Centro de Instrucción Militar de Formación de Oficiales de Reserva (Cimefor), en los que adoptaría como música representativa.
En los últimos cincuenta años, durante el duro orden que imperó en el país (1954-1989), la música se cantaba en los cuarteles y en los colegios, pero fuera de allí también se le tenía como muisca de protesta, y la Policía actuaba contra ese hecho.
Pero desde 1989, esta música francesa, surgida en la Primera Guerra Mundial, pero con una letra positiva, representa un verdadero canto a la libertad y la esperanza.
El padre Noutz falleció en 1963. Fue poeta e historiador. En su honor lleva su nombre.
El centenario de la creación del himno Patria Querida es un aniversario que no debió olvidarse.