“El señor Guzmán no se va a declarar culpable y no va a colaborar con las autoridades. Cuando sea el juicio, va a haber un juicio”, dijo a los periodistas su abogado, Eduardo Balarezo, tras la vista judicial celebrada este martes.
El Chapo, vestido de uniforme azul y quien permaneció pendiente durante la vista del lugar donde permanecían sentadas su esposa, Emma Coronel Aispuro, y sus dos niñas, acudió a un tribunal en Brooklyn como parte del proceso que enfrenta por 17 delitos como líder del cártel de Sinaloa, entre ellos, tráfico de drogas, uso ilegal de armas y blanqueo de dinero.
Durante la audiencia, la defensa del “Chapo” ratificó su pedido de que el juicio sea trasladado desde Brooklyn hasta Manhattan, donde este permanece encarcelado.
“La corte en Manhattan está al ladito de la cárcel”, justificó Balarezo.
El letrado se quejó del “circo” que supone el dispositivo de seguridad dispuesto por las autoridades para el traslado de su cliente.
“Cada vez que (Guzmán) viene a la corte lo traen como en diez carros blindados, con luces, ambulancias, es un circo, cierran el puente de Brooklyn cada día”, agregó el letrado, que invitó a los periodistas a presenciar el operativo desplegado hoy, que obligó a cortar varios minutos el tráfico en la parte posterior de la corte.
“Cuando empiece el juicio van a tener que hacer eso diariamente, venida y salida, va a ser una inconveniencia para el público, va a perjudicarle a él porque la gente va a decir: ‘mire cómo manejan a esta persona, cómo lo transportan porque es peligroso y hay que protegernos a nosotros’”, sostuvo el defensor.
El abogado aseguró que el juez está considerando ese pedido.
“Va a ser el mismo juez, los mismos fiscales, el mismo acusado, el mismo jurado, va a ser todo y solo se va a cambiar físicamente de Brooklyn a Manhattan”, apuntó el letrado, quien agregó que su prioridad es que Guzmán “no sea perjudicado”.
La defensa anticipó además que en las próximas horas presentará un escrito al juez en el que justificará su pedido para que la Fiscalía suministre una información que dijo poseer, según la cual su cliente no es el jefe del cartel de Sinaloa.
“La mayoría de estas pruebas ellos las han tenido durante varios años y recién tres meses antes del juicio nos dicen que tienen la información, pero no dicen qué es la información, no nos dan detalles y no podemos usarla para defenderlo”, se quejó Balarezo.
Según explicó a los periodistas, “muchas de estas pruebas dicen o personas le han dicho a la Fiscalía que el señor Guzmán no era el jefe, que no es un jefe, que trabajaba debajo de otras personas”.
“Eso tiene que ver directamente con la acusación principal, que es participación en una empresa criminal, eso es fundamental para la defensa de él”, sentenció Balarezo.
Indicó que “el Gobierno tiene que probar que él era un líder”, pero advirtió que si tiene pruebas de que no lo era, “el jurado tiene que escuchar esas pruebas”.
Además, la defensa requirió que se permita una tercera evaluación sicológica a su cliente, esta vez para evaluar la dosis de medicamentos que recibe.
También en la audiencia se definió que a más tardar el próximo 10 de agosto la defensa deberá contar con la transcripción de las declaraciones de los testigos y que cuatro días después, el 14, se celebrará una nueva vista judicial.
“Todas las grabaciones son en español y tienes que presentarlas al jurado. El jurado no va a entender español, entonces tienes que transcribir las grabaciones a español y traducirlas a inglés, y queremos estar seguros de que estén correctas”, explicó Balarezo a Efe sobre su pedido de contar con los testimonios.
Balarezo confirmó igualmente que el comienzo del juicio está previsto para el 5 de septiembre, aunque no descartó pedir un aplazamiento.
“Nosotros queremos ir a juicio el 5 de septiembre, estamos preparados para hacer lo posible por el señor Guzmán y él también quiere terminar con eso”, sostuvo.