Fue una catástrofe que terminó con la vida de cerca de 400 encarnacenos. El ciclón de Encarnación, ocurrido el 20 de setiembre de 1926, a las 18.00, dejó la ciudad destruida, las costas irreconocibles y un gran susto para varias generaciones.
En esa noche, la Villa Baja de la ciudad (hoy conocida como la ex-Zona baja), fue arrasada por el ciclón originado en el río Paraná siguiendo por la Villa Alta (actual Zona Alta). El desastre dejó a la ciudad con enormes pérdidas en su infraestructura.
Un héroe de esta tragedia que cabe rescatar fue el jefe de la usina de la ciudad, Juan Perotti, quien murió en el acto de cortar las llaves que conectaban el sistema al tendido eléctrico, para evitar que mucha gente muriera electrocutada por los cables sueltos dispersos en las calles.
Y también son recordados como héroes el P. José Kreuser y Jorge Memmel, que cruzaron las procelosas aguas del Paraná hasta Posadas en busca de auxilio. Y con este ciclón se destruyó el muelle que había sido construido en 1918.
Después de la catástrofe, a Encarnación le tomó varios años recomponerse
A 86 años de aquel trágico suceso, la ciudad de Encarnación volvió a recordarlo con el último temporal que se registró en la noche del martes pasado. La población estaba temerosa por la manera en que se preparaba el tiempo en la zona. (ÓB).