En el momento del festejo, el atacante alzó su casaca y exhibió una camiseta que llevaba un escrita: “La gloria es de Dios”.
Esta situación hizo pensar a los olimpistas que era con mala intención de parte del jugador, pues Osvaldo Domínguez Dibb, ex presidente del Olimpia, había dicho en su momento e incluso es utilizado hasta el momento: “La gloria no tiene precio”.
“No me gustaría ni que se piense que hice por la gente de Olimpia”, manifestó Benítez sobre la situación que se presentó.
Además, en otro momento, recordó la jugada y señaló: “Fue una jugada de Jorge (por Mendoza), quien me pudo asistir muy bien y felizmente pude convertir. El gol se lo dediqué a Dios. Espero que la gente no piense mal”.