Taiwán está situado en el Pacífico Occidental, entre Japón y Filipinas. Por su ubicación, es un destino sumamente frecuentado por turistas de distintas zonas de Asia; sin embargo, también recibe a visitantes de otras partes del mundo.
Así, en 2018, 40.000 latinoamericanos, 85 de ellos paraguayos, pudieron conocer el conocido como “Corazón de Asia”. Esto es consecuencia de la intensa campaña de las autoridades taiwanesas para dar a conocer el país, aprovechando sus ventajas competitivas.
El turismo representa el 5% del producto interno bruto (PIB) -según datos del año pasado- de la economía taiwanesa, calculado nominalmente en torno a los USD 573 millones. Con esto, se evidencia la fuerte apuesta que se realiza a esta actividad.
Y son varios los puntos que se pueden visitar. Uno de los más conocidos es el Museo Nacional del Palacio, en el norte de Taipéi. En las instalaciones se resguarda un total de 700 piezas como parte la mayor muestra sobre la milenaria cultura china existente en el orbe.
En el lugar se recibe un total de 10.000 visitantes al día, que ven con asombro las distintas exhibiciones. La pieza más antigua del museo tiene alrededor de 8.000 años.
El parque nacional Yehliu Geopark, en la zona de Nuevo Taipéi, es otro de los lugares que se puede conocer. Es hogar de formaciones geológicas únicas, siendo el principal atractivo la roca conocida como “Cabeza de la Reina”. En el horario nocturno, ofrece un imponente espectáculo de luces.
Asimismo, uno de los puntos más icónicos de la capital de Taiwán, incluso a nivel mundial, es el edificio Taipéi 101. Allí se forman largas filas y se espera por horas para ir hasta la parte más alta de la construcción que en su momento fue la más elevada de todo el mundo.
Por otra parte, el Templo Baoan Dalongdong, adyacente al Templo de Confucio, también se constituye en una muestra imponente de arquitectura, donde cientos de personas se reúnen al día para honrar a sus ancestros y concentrarse en sus plegarias.
Pero no solo Taipéi cuenta con zonas para conocer. En la ciudad de Tainan, por ejemplo, se cuenta con playas y una amplia variedad de festivales culturales y artísticos, junto con hoteles y restaurantes de primera categoría. Desde la capital se puede llegar en tan solo una hora, utilizando el tren de alta velocidad.
Para los que gusten de la naturaleza y escenarios más rústicos, el parque nacional de Taijang puede ser una opción más que válida. Allí se ofrece un sencillo pero elocuente recorrido para las personas que deseen observar a las distintas especies de la fauna y flora del lugar.
Estos son solo algunos de los atractivos con los que se cuenta en Taiwán. Los precios competitivos, la infraestructura, la disponibilidad de distintos medios de transporte y la seguridad en las calles, junto con la amabilidad y deferencia de sus ciudadanos, son las características más destacadas de un país que tiene mucho que mostrar.