A Alberto López (48) un trasplante de corazón le salvó la vida aquel 16 de setiembre del 2018. “El corazón que tengo aquí en el pecho, lo llevo con mucho respeto”, contó Alberto López, con una mano colocada en el pecho izquierdo. Él cumple tres años con una nueva vida y se reinserta de a poco en la sociedad, porque en esta pandemia es un paciente de riesgo.
Alberto López sostiene que su esposa Rocío Cubilla (46) fue el pilar antes y después del trasplante. El paciente trasplantado tiene dos hijos, Sebastián (17) y Álvaro (11), con quienes tiene otra oportunidad de vivir.
“El trasplante te da una segunda oportunidad de vida. Hoy me siento muy saludable al 100%”. Antes, Alberto no podía hacer actividad física, hoy cambió por completo ese panorama.
“Hago ejercicios, caminatas, subo escaleras sin cansarme, puedo dormir bien, puedo tomar mucho líquido. Me siento muy saludable. Todo eso gracias a mi ángel donante, y a su familia que me donó el corazón para seguir viviendo. Y gracias a los médicos también”.
Una pastilla antisupresora es su medicamento cada día, lo que le permite a su cuerpo no rechazar el nuevo órgano. “Eso debilita mis defensas para una gripe o un resfrío, no puedo estar expuesto, mucho menos en pandemia”. Durante el encierro en cuarentena, familiares y una doctora le hacían delivery del fármaco que provee el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT).
Él es economista y hace home office. “La pandemia nos afectó a todos y a mí también. Cuando esto pase un poco más voy a poder insertarme de lleno en el campo laboral”.
Para Alberto, es importante la donación, por lo que insta a hablar del tema en el círculo familiar para promover este acto altruista. “Les pido que digamos sí a la vida, sí a la donación y a los trasplantes de órganos”.
MÁS DONANTES. En un año pandémico más crítico, pese a la situación, se concretaron 131 trasplantes, de los cuales 72 son de córneas, 4 de corazón, 31 de riñón y 24 de médula ósea. En el primer semestre solo se hicieron 41, pero en el segundo semestre, las cifras se duplicaron, destacó el doctor Gustavo Melgarejo, titular del INAT. La cifra aumentó de 41 a 90 en solo seis meses. Además, planifican reactivar los trasplantes hepáticos en el Hospital de Clínicas.
Con la promulgación de la Ley Anita se llegó a 200 trasplantes en el 2019, cuya cifra cayó estrepitosamente a causa de la pandemia en el 2020. Este año se logró retomar la intervención quirúrgica logrando la misma tasa que la del 2018. “Si nosotros seguimos esta tendencia tenemos una gran esperanza de que el 2022 será un año histórico para el país”, dijo el doctor Melgarejo.
Si nosotros no tenemos donantes no vamos a poder completar toda esa gran demanda que está en lista de espera.
Dr. Agustín Saldívar,
cirujano vascular.
En esta pandemia fue muy difícil. Tuvimos la fortaleza para que algunos programas sigan funcionando.
Dr. Gustavo Melgarejo,
titular del INAT.