Desde hace semanas el Ministerio de Salud viene advirtiendo sobre las altas posibilidades de una epidemia de DEN-3 en el país.
Las consecuencias de la enfermedad no solo se verán en las salas de hospitales. También en otras áreas, sobre todo para una parte importante de la población.
En dicho grupo se encuentran los trabajadores independientes e informales. La ministra de Salud, doctora Teresa Barán, dimensiona el impacto del virus en ese sector.
“El dengue es un grave problema social y para la economía del país. ¿Por qué? Porque va a obligar a las personas a estar en reposo. Y ellas no tienen otro ingreso que el que generan día a día”.
En caso de padecer la arbovirosis y si esa persona es la única que genera ingresos, su economía particular se verá muy afectada, enfatiza.
Agregó que es más grande el sector de la población dedicado a la actividad informal del que percibe un salario fijo. Por ello, incluso la economía del país podría afectarse con una gran cantidad de afectados por el dengue.
Perpetuidad. “Nosotros sabemos que este es un problema social, un problema grave, que se repite todos los años. Tenemos más de 30 años de historia del dengue en Paraguay”, expresó.
A pesar de dicho tiempo transcurrido, la población aún no ha incorporado el hábito de eliminar los criaderos, lamentó la titular de Salud. Por ello lo considera vital.
El Aedes es un mosquito urbano, que vive dentro de los hogares y su entorno. Para poder multiplicarse necesita agua estancada y recipientes con pared para desovar.
El simple hecho de dar vuelta las botellas y otros recipientes que no se usan y quedan en desuso en los patios contribuirá a disminuir los altos índices de infestación larvaria, aconsejó Barán.
Estrategia. Para hacer frente a lo que se viene, la titular del MSP señala que la movilización ciudadana es una alternativa para que cada uno aporte su parte.
“La movilización ciudadana hace que todos tengamos el compromiso y al hacerlo todas las instituciones puedan trabajar en forma articulada”.
Esta acción puede servir sobre todo para aquellos municipios que no cuentan con la cantidad necesaria o los recursos para la eliminación de los criaderos.
“Que cada familia sea responsable de esa tarea y veamos cómo nosotros, en forma articulada con todas las otras instituciones, podemos destruir y eliminar los criaderos de todas la casas”, sugirió Barán.
La realidad del momento sanitario señala que si hoy no se lleva adelante una verdadera intervención y acción conjunta intersectorial, las consecuencias pueden ser graves para la población.
“Vamos a tener una epidemia de gran magnitud, una epidemia grave en la que van a fallecer muchísimos paraguayos”, advirtió la titular de la cartera sanitaria.
El riesgo es mayor en las personas que están dentro de los grupos vulnerables de la población.
Entre estos se encuentran los niños menores de dos años, por tener la inmunidad menos desarrollada, mayores de 60 años y más.
A ellos se suman quienes padecen de comorbilidad, con diabetes, hipertensión, pacientes renales, EPOC, artritis reumatoidea, etc.
Sin embargo, cualquier persona puede desarrollar la forma grave de la enfermedad, aclaró Barán.
Una buena parte de la población paraguaya ya desarrolló alguno de los serotipos del dengue. Por tal motivo se encuentra más susceptible.
NEUMÁTICOS. La lucha contra el dengue no es solo una tarea del Ministerio de Salud Pública. Es un trabajo conjunto además de los municipios con otras instituciones, subrayó.
Como ejemplo, señaló que uno de los grandes dolores de cabeza es la cantidad de cubiertas inservibles a lo largo y ancho del país. Sobre todo en las ciudades fronterizas.
“Tenemos más de ocho millones de neumáticos distribuidos en todo el territorio nacional. Esa situación se agrava en la frontera con Brasil y Argentina. Vienen a comprar los neumáticos acá, dejan los viejos y nosotros no tenemos manera de realizar la disposición final”. Sobre este punto, enfatizó que se debe trabajar y plantear una solución.