El bombero Miguel Ortega, de la compañía de Mariano Roque Alonso, se refirió al día después del gran incendio que se desató en un depósito ubicado en Puerto Fénix, en la ciudad de Mariano Roque Alonso, Departamento Central.
Los bomberos voluntarios trabajaron en forma ininterrumpida por más de 10 horas para sofocar las llamar que se expandieron a lo largo y ancho del tinglado que alojaba cientos de neumáticos, un producto altamente inflamable.
Si bien en la mañana de este domingo aún se puede observar una humareda que sale desde el interior del lugar, Ortega aseguró a Telefuturo que ya no existe peligro de que la llamarada se expanda a otras zonas.
Esa era una de las preocupaciones de los pobladores del lugar que estuvieron en vilo durante toda la jornada del sábado y pendientes de si había una orden de evacuación, que finalmente no ocurrió.
Ortega describió el intenso trabajo que realizaron lo más de 250 bomberos voluntarios de distintas compañías, que incluso se extendió a más horas posteriormente al trabajo de sofocar las llamas.
📌 #Noticias - Varios móviles de los bomberos de Mariano Roque Alonso quedaron fuera de servicio tras el incendio en Puerto Fénix
— Telefuturo (@Telefuturo) February 9, 2025
"Fue un trabajo bastante duro", voluntario Miguel Ortega
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Bomberos quedaron muy agotados
Una vez terminado el servicio en el depósito de Mariano Roque Alonso, los bomberos retornaron a sus respectivos cuartales y debieron poner en condiciones todos los equipos que utilizaron a lo largo de la jornada del sábado, para estar operativos en caso de registrarse otro siniestro.
“Hoy estamos con poco personal porque la mayoría de los voluntarios están muy agotados, porque el día anterior también estuvieron por San Bernardino trabajando en el incendio de una zona forestal”, indicó Ortega sobre el cuartel de Mariano Roque Alonso.