“Es una práctica permanente de la derecha argentina”, dijo Fernández a la prensa, convencido de que esos opositores “instalan rumores a la mañana, operan durante todo el día y cuando termina la tarde, retiran su rentabilidad del mercado cambiario y lastiman de ese modo el ahorro de la mayoría de los argentinos”.
“Estamos viviendo una crisis global de magnitud, que en Argentina se potencia por el problema de la sequía que nos ha hecho un daño incalculable en la economía”, justificó el mandatario en una rueda de prensa junto a su homólogo rumano, Klaus Iohannis, que está de visita oficial en el país.
En la plaza informal, la cotización del “dólar blue” -que se vende en el mercado negro y que en la práctica sirve de referencia para los ciudadanos por la imposibilidad de acceder al dólar oficial- aumentó 33 pesos, a un nuevo récord de 495 pesos por unidad, en una corrida cambiaria que va por la segunda semana.
A la par, los denominados dólares financieros acompañaron la subida ampliando la brecha con la cotización oficial al 118 %.
Nota relacionada: Tensión inflacionaria y cambiaria de Argentina crece a seis meses de comicios
El dólar “contado con liquidación” (CCL, que consiste en comprar localmente con pesos argentinos acciones o bonos y venderlos en dólares en Wall Street) subió 4,4 %, a 482,5 pesos por unidad.
El “dólar bolsa” o “dólar MEP” (que se consigue comprando activos que cotizan a la vez en pesos y en dólares, se pagan en pesos al adquirirlo y se venden en dólares en el mercado bursátil argentino) subió 4,9 %, a 470,97 pesos por unidad.
En el mercado oficial de divisas, el tipo de cambio mayorista ascendió 0,3 %, hasta los 220,85 pesos por unidad para la venta.
En este contexto, Fernández ratificó a Pesce -afín al jefe de Estado y no al ministro de Economía, Sergio Massa- al frente del Banco Central, tras haberlo recibido ayer en la sede de Gobierno.
El equipo económico viajará en los próximos días a Washington para negociar con el FMI, organismo con el que Argentina tiene un programa para refinanciar USD 45.000 millones que prevé metas trimestrales que el país incumplió en el primer cuarto de 2023.
En ese sentido, Fernández dijo que “es mentira” que el FMI negó adelantar los desembolsos del segundo semestre, ante la escasez de reservas que sufre Argentina.
La nueva disparada de los tipos de cambio paralelos comenzó tras la difusión de una inflación anual de 104,3 % y de 7,7 % mensual en marzo pasado.
Esta situación dificulta la gestión del Gobierno peronista hasta las elecciones primarias en agosto próximo y en las generales en octubre.