Sostenidos por allegados, familiares y amigos, los padres de Fernando Báez Sosa, joven asesinado hace tres años frente a un boliche, en Villa Gesell, Argentina, claman por justicia y piden una condena ejemplar para los responsables que acabaron con la vida de su único hijo.
Por el caso, ocho rugbistas se enfrentan a un juicio oral que termina el 31 de enero.
De manera contundente, Silvino Báez, padre de Fernando, pidió una condena ejemplar contra los implicados, para que no vuelva a ocurrir un hecho similar. Describió que como padres están destrozados y que es cada vez más angustiante no saber qué hacer con tanto dolor.
Como padre damnificado, dijo que “le gustaría la misma pena y si le dan la posibilidad de elegir, elegiría la muerte”.
“Seguimos con mucho dolor, con mucha tristeza. El día a día cuesta mucho, pero gracias al apoyo de la gente estamos superando”, expresó en contacto con radio Monumental 1080 AM.
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Pese a que nada podrá reparar el daño, Silvino confía en que la Justicia argentina logrará una condena justa.
“Quiero que la condena sea perfecta, que toda la juventud pueda acordarse de este momento y lo que le pasó a mi hijo. Quiero una condena ejemplar para que esto no vuelva a suceder”, afirmó tajante.
En otro momento, habló sobre los momentos muy difíciles que debieron soportar él y su esposa durante el desarrollo del juicio oral, pero en particular recordó cuando pasaban los videos de lo ocurrido aquella noche con su hijo.
“Me cuesta mucho ver los videos, sobre todo verlo caer al piso, mover sus manos para cubrirse de las patadas, no sé cómo pude aguantar para ver todo eso. Fue muy duro”, prosiguió.
De manera elocuente, don Silvino manifestó que no le nace perdonar a los asesinos de su hijo, quienes en ningún momento ni siquiera pidieron disculpas. “Se dice que se debe perdonar para vivir en paz; hasta el momento no me nace perdonarlos. No quiero que se me acerquen, los quiero bien lejos”, precisó.
La víctima, hijo de paraguayos oriundos de Carapeguá, falleció a causa de los brutales golpes que recibió de parte de los ocho jóvenes que, luego de cometer el hecho, se retiraron y fueron a cenar.
Los responsables son Máximo Thomsen, de 23 años; Luciano Pertossi, de 21 años; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23 años; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23; y Blas Cinalli, de 21 años, quienes se enfrentan a un juicio oral y público que los podría condenar a cadena perpetua en el vecino país.
El juicio se inició el pasado 2 de enero y esta semana entró en su etapa final. Se espera que la lectura de la sentencia se realice el próximo 31 de enero.