En medio de la emergencia, la voz de los pobladores se alza para denunciar lo que consideran un alarmante desinterés por parte de las autoridades estatales.
Nirma Servín, residente de la localidad de 9 de Junio, ubicada en la ribera del Pilcomayo, no oculta su frustración al lamentar la falta de acción y preocupación por parte de los representantes del Chaco en las esferas de poder. “Es una lástima tener representantes a quienes no les interesa las necesidades del pueblo”, expresó con visible decepción, apuntando directamente a la inacción de diputados departamentales y senadores.
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La crítica de la señora Servín se sustenta en hechos concretos y se hizo eco a través de una emisora de la capital (Radio Caritas, Programa Saber es tu derecho).
Cuestionó que en la última sesión de la Cámara de Diputados, el tratamiento del pedido de declaración de emergencia para la región chaqueña figuraba en el orden del día sin embargo, la falta de quorum impidió que el tema fuera siquiera considerado.
La postergación del debate hasta después de la Semana Santa ha generado indignación entre los afectados, quienes ven cómo la urgencia de su situación es relegada por cuestiones administrativas.
“Nunca se interiorizaron de la situación de la población, principalmente de esas personas quienes viven muy alejadas del casco urbano, pues ellos (autoridades) solo se movilizan por caminos asfaltados, por ende no conocen el Chaco profundo”, añadió la pobladora, señalando una desconexión entre los representantes y la realidad que viven las comunidades más vulnerables y remotas de la región.
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La magnitud de la catástrofe es innegable. En los últimos meses, el Chaco ha registrado precipitaciones superiores a los 800 milímetros, un volumen de agua que ha saturado los suelos y provocado extensas inundaciones. El desborde del río Pilcomayo ha exacerbado aún más la situación, dejando a numerosas familias aisladas, sin acceso a servicios básicos y con sus viviendas anegadas.
El testimonio de Nirma Servín refleja el sentir de una población que se siente desamparada en medio de la crisis. La falta de una respuesta estatal oportuna y contundente alimenta la percepción de que las necesidades del Chaco profundo son ignoradas por aquellos que tienen la responsabilidad de velar por el bienestar de sus ciudadanos.
Mientras las aguas continúan subiendo y las familias luchan por sobrellevar las difíciles condiciones, la pregunta resuena con fuerza en el Chaco: ¿cuándo las autoridades tomarán real conciencia de la urgencia de esta situación y actuarán con la diligencia que la emergencia demanda? La falta de quorum en el Congreso se convierte, a ojos de los afectados, en un símbolo de la desidia que denuncian, dejando una profunda sensación de abandono en una región que clama por ayuda y atención inmediata.