Con esta sangre guaraní se relacionó varias veces en su carrera, como jugador y como técnico. Dos de los futbolistas paraguayos que estuvieron a las órdenes del Maradona entrenador fueron Guido Alvarenga y Víctor Ayala. El uno al inicio de la vertiente técnica de Maradona, en Mandiyú de Corrientes; el otro en Gimnasia de La Plata, club que dirigía cuando murió. Ambos de gran pegada.
Del Mago Alvarenga, Maradona resaltó que “era lo que tenía y me bastaba para hacerlo jugar. Yo le decía cosas porque era un pibe fantástico, un señor en todos los sentidos”. De Ayala aseguró que lo ayudó, como al Mago, a mejorar sus tiros libres. “Víctor llegaba muy cerca para darle a la pelota y le pegaba en el cartel de publicidad. Le dije: ‘Víctor, porqué no te parás un poquito antes y pensá donde la vas a tirar”, contó Maradona el año pasado.