30 abr. 2025

El duro camino del portero

Concentrado. Yoao Rolón durante la charla en el Hotel.

Concentrado. Yoao Rolón durante la charla en el Hotel.

Yoao Rolón Servián se llama el dueño absoluto del arco de los Pynandi, la Selección Paraguaya de Fútbol de Playa que debutará el próximo jueves 21 en el Mundial de Fútbol de Playa que se jugará en Paraguay, en el Parque Olímpico.

Pero no le fue fácil llegar a ocupar el puesto. Mucho sacrificio, el ida y vuelta a su natal Arroyos y Esteros, a veces utilizando cualquier medio, en horas de la madrugada, con el poco recurso que tenía, así se fue forjando el espíritu de sacrificio que tuvo y que lo acompañó siempre en el periplo de su carrera, antes de desembarcar en lo que es el fútbol de playa.

“En ningún momento pensé que llegaría a jugar fútbol de playa, es más, ni siquiera sabía cómo se jugaba. En los primeros partidos me adelantaba y saltaba por la pelota, sin saber que eso era falta”, destacó.

“Pero siempre estaba en mí, jugar algún día por la Selección Paraguaya, defender la casaca de la Albirroja”, señaló con vehemencia. Antes de jugar fútbol de playa, estuvo en algunos equipos, como Cerro y Nacional, pero después un accidente de su padre Andrés Manuel, lo alejó de la práctica, porque tuvo que hacerse cargo de las labores de su hogar.

“Cuando vine a Asunción, fui a practicar en el Parque Azulgrana, sin saber ni siquiera dónde quedaba. Pero no pude quedar ahí y me fui a Nacional”, recuerda. “Ahí José Benítez me ayudó mucho, porque me quedaba a cuidar la cancha de césped sintético, así pude quedarme más tiempo acá, sin tener que trasladarme diariamente a mi ciudad, porque eso significaba mucho gasto”, expresó.

“Pero después un accidente que sufrió mi papá (Andrés Manuel) hizo que tenga que dejar todo y retornar para hacerme cargo de las labores del campo”, recuerda con la voz entrecortada.

Un viaje a Europa. Surgió la posibilidad de ir a Alemania y me decidí, aunque no tenía ni pasaporte. Nadie sabía nada de lo que hacía, ni siquiera mis familiares, así que el día del viaje, desde el aeropuerto nomás le avisé de que viajaba a Alemania”, recordó. “Pero no pude quedarme ahí, la estatura me dijeron y bueno, a mi vuelta comencé a jugar fútbol de playa. Carlos (Carballo) me invitó jugamos un partido entre Tobatí y Caacupé y ahí surgió la posibilidad para venir a la Selección”, subrayó. “Ellos (los integrantes de la Selección retornaron recién del Mundial de Bahamas) y había otros compromisos, así que comencé a practicar con intensidad y en una de esas me quedé en la Selección”, refirió.

Su paso por los clubes. Antes pasó por Garden Club Paraguayo, jugó dos partidos, luego a Olimpia, ganó con el equipo de la franja 6 etapas, pero después se disolvió y fue a Cerro Porteño, en donde fue vicecampeón de la Copa Libertadores.

“El fútbol me ha dado muchos amigos, les debo a muchas personas la posibilidad de estar ahora, en el momento de que necesitaba, estuvieron muchas personas, ya de Arroyos y Esteros, como de aquí que hicieron posible que pueda tener la chance de entrenar”, agradeció.

“Soy agradecido y por este medio me acuerdo de aquellas personas que me pasaron la mano” señaló. Con respecto a la presión que tendrán por jugar el Mundial en casa, Joao dijo: “Tenemos un grupo fuerte, solidario, hemos entrenado mucho, no importa el rival, lo mismo hemos chocado con todos, sabemos que vamos a tener mucha gente alentándonos, pero hay que salir a ganar cada partido y lograr el objetivo”.