Estas acciones se llevarán a cabo contra grupos “fuera de la ley”, dijo a los medios en La Paz un portavoz de las Fuerzas Armadas bolivianas, Yul Bleisner.
El director de Comunicación Social del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas declaró que los únicos autorizados en el país por mandato constitucional para portar armas son los militares y los policías.
El anuncio se produjo después de varios ataques a convoyes de autobuses que se dirigen a La Paz, sede del Gobierno boliviano, para sumarse a marchas que piden la renuncia de Morales.
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El último de ellos se registró este domingo en una carretera de la región andina de Oruro, con al menos dos heridos por disparos, al parecer por parte de un grupo de indígenas afines al presidente.
Este sábado al menos 32 personas resultaron heridas en un incidente similar en esta misma región del oeste del país.
Miles de mineros, universitarios, simpatizantes de comités cívicos y otros sectores se dirigen en caravanas de autobuses desde varias partes del país hacia La Paz para sumarse a marchas contra el presidente.
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La crisis por la que atraviesa Bolivia desde las pasadas elecciones del 20 de octubre deja tres fallecidos y 421 heridos en enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente, según los últimos datos de la Defensoría del Pueblo.
Las dos primeras muertes se produjeron el pasado 30 de octubre por heridas de arma de fuego en la ciudad oriental de Montero, mientras que la tercera ocurrió el miércoles pasado en la central de Cochabamba.
El presidente Evo Morales anunció hace unas horas nuevas elecciones, tras un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que advirtió de graves irregularidades en los comicios, tras los que fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo entre denuncias de fraude de la oposición y comités cívicos.
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Varios miembros de su Gobierno y otros políticos oficialistas, como gobernadores y alcaldes, anunciaron su dimisión en las últimas horas, mientras que la Fiscalía comunicó el procesamiento de los miembros del órgano electoral.
Los principales líderes opositores advirtieron de que no admiten nuevos comicios si antes no renuncia el presidente, que lleva en el poder desde 2006 y es el mandatario con más tiempo en la presidencia en la historia de Bolivia.