El comisario Karim Correa, jefe del Departamento de Investigación de Homicidios de la Policía Nacional, explicó que realizan las diligencias para esclarecer el homicidio del empresario Mauricio Schwartzman, de 52 años, registrado en la noche de este domingo en el barrio Jara de la ciudad de Asunción.
“Creemos tener ciertos elementos que podrían llevarnos a esclarecer de alguna forma y tratar de dilucidar el caso muy grave que ocurrió en la capital. Utilizaron armas de guerra, un fusil calibre 5.56 y una pistola calibre 9 milímetros, según las vainillas que encontramos en el lugar alrededor del cuerpo”, expresó en conversación con NPY.
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Relató que siendo aproximadamente las 20.00 de este domingo se acercaron a la vivienda del empresario cuatro personas y redujeron por detrás al guardia de seguridad que se encontraba en su caseta a quien le dijeron que eran policías. Luego lo intimaron con un arma de fuego para que se quede y no hable, posteriormente lo maniataron y lo subieron en un automóvil en el cual dieron una vuelta a la manzana.
En ese ínterin, llegó en la vivienda otro empleado del empresario para devolver un vehículo que utilizó. Al disponerse para dejar la llave del rodado en la caseta del guardia, fue sorprendido por los delincuentes, quienes también lo maniataron y lo introdujeron en el mismo vehículo en el cual tenían al guardia de seguridad.
“Estaban prácticamente secuestrados, por decirlo así, son tres horas que estaban en vilo también estas personas, siendo amenazadas todo el tiempo”, agregó.
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El jefe policial explicó que ante estos hechos siempre surgen varias hipótesis y que es “una situación muy delicada”. Dijo que el empresario era el objetivo porque no se llevaron nada, no revisaron el vehículo, ni le llevaron el celular, por lo que afirmó que se trata de una muerte por encargo.
El guardia de seguridad les comentó que los desconocidos tenían la intención de entrar en la vivienda y él le dijo que el empresario no estaba. Finalmente, llega la víctima alrededor de las 23.00, descendió de su vehículo, tocó el timbre y ahí empiezan a dispararle, cayendo muerto en la vereda.
Según los testigos, los desconocidos se movilizaban a bordo de un vehículo, sin embargo, los investigadores creen que habrán tenido otro rodado de apoyo.
Se analizarán las cámaras de circuito cerrado para ver hacia donde se fueron los hombres después del atentado. Tres de los autores tenían quepis y tapabocas, mientras que uno de ellos estaba a cara descubierta, todos hablaban en castellano. Dentro de la vivienda estaban las hijas de la víctima cuando se produjo el atentado.