05 feb. 2025

El ex presidente Bordaberry a prisión domiciliaria por salud

EFE
Montevideo
El ex presidente y ex dictador uruguayo Juan María Bordaberry, procesado y encarcelado por su presunta responsabilidad en 14 homicidios, cumplirá prisión domiciliaria por su delicado estado de salud, confirmaron fuentes judiciales.
Bordaberry, de 79 años, padece “una patología (pulmonar) crónica severa e irreversible”, por lo que “no puede permanecer recluido donde deba moverse más allá de lo mínimo”, según determinó una junta médica del Instituto Técnico Forense.
Además, “en función del ambiente no puede ser atendido” en la Cárcel Central de Montevideo, donde estaba preso desde hace 72 días, porque si sufriera un “broncoespasmo deberá ser tratado en forma urgente”, agregaron los médicos.
El juez de la causa, Pablo Eguren, consultó a las autoridades de la Dirección Nacional de Cárceles, quienes le informaron que no hay en el país ningún establecimiento de reclusión con las condiciones requeridas.
Eguren accedió por ello a la solicitud de la defensa, según la cual Bordaberry sufrió un importante deterioro de su salud desde que fue encarcelado, y autorizó el régimen de prisión domiciliaria.
El ex dictador quedó alojado en la casa de uno de sus nueve hijos, en la capital uruguaya, donde reside su esposa desde que Bordaberry fue encarcelado, el 16 de noviembre pasado.
EN LA CÁRCEL. Hasta el pasado 23 de enero estuvo preso en la Cárcel Central de Montevideo y ese día fue ingresado en el Hospital Británico tras sufrir problemas pulmonares.
Además, Bordaberry fue operado del intestino en octubre, padece una enfermedad respiratoria severa y debe tomar diversa medicación.
El ex presidente fue procesado por segunda vez el pasado 20 de diciembre por su presunta responsabilidad en diez homicidios.
La jueza penal Graciela Gatti procesó a Bordaberry como coautor de diez “homicidios especialmente agravados en reiteración real”, pero desestimó su procesamiento por “atentado a la Constitución”, por considerar que este delito ya prescribió.
Esta última acusación obedece al golpe de Estado que en 1973 transformó en dictador a Bordaberry, quien había sido elegido democráticamente dos años antes.
El golpe, en el que Bordaberry contó con apoyo militar, dio inicio a un periodo autoritario que culminó en 1985.
De las diez personas de cuya muerte debe responder el ex presidente, ocho están desaparecidas, pues sus cadáveres nunca fueron encontrados, pero la jueza Gatti las consideró como fallecidas en el auto de procesamiento.
Bordaberry recibió la noticia de los nuevos procesamientos en la Cárcel Central de Montevideo, donde estuvo recluido desde el 17 de noviembre pasado, por orden de otro juez penal, Roberto Timbal.
Este magistrado le procesó con prisión, junto al ex canciller Juan Carlos Blanco, por los asesinatos en Buenos Aires de dos políticos y dos guerrilleros uruguayos, en 1976.
Zelmar Michelini (senador) y Héctor Gutiérrez Ruiz (diputado), integrantes del Parlamento cuando Bordaberry lo disolvió en 1973, y los “tupamaros” Rosario Barredo y William Whitelaw se habían refugiado en Argentina tras el golpe de Estado en Uruguay.
Se cree que sus muertes, precedidas de secuestro, se encuadran en el llamado “Plan Cóndor”, que pactaron las dictaduras de los países del Cono Sur americano para perseguir a sus opositores más allá de sus fronteras.
En Uruguay la ley de caducidad o del perdón por las acciones del régimen “de facto” alcanza sólo a los militares y policías.
Los procesamientos de Bordaberry surgieron a partir de denuncias de familiares de las víctimas del régimen autoritario.