16 mar. 2025

El examen de marzo

Ha llegado el capítulo más tenso de la guerra entre Horacio Cartes (2013/2018) y Mario Abdo Benítez (2018/2023), ex presidentes de la República por el Partido Colorado. Amigos y enemigos, según la coyuntura política. Como todas las disputas en la ANR.
La guerra política ha llegado al terreno judicial y ahora se librarán en este ring las batallas en medio de la desconfianza institucional.

En este nuevo capítulo, el Ministerio Público concluyó una cuestionada investigación y acusó a ex ministros de Abdo por “perseguir a Cartes”. La acusación se dictó contra Carlos Arregui (Seprelad), Arnaldo Giuzzio (Interior), René Fernández (Secretaría Anticorrupción). También incluyó a los entonces funcionarios de Seprelad, Carmen Pereira (ex viceministra), Daniel Farías Kronawetter, Guillermo Preda y Francisco Pereira. La carátula: “asociación criminal, usurpación de funciones públicas, denuncia falsa y revelación de secretos de servicio”.

La acusación contra Mario Abdo (hoy senador vitalicio) y el diputado Mauricio Espínola queda pendiente del desafuero que se resolvería la semana entrante.

La Fiscalía señala que “durante el 2021 y 2022 el entonces presidente Mario Abdo Benítez habría gestado un esquema que aspiraba a generar investigaciones penales en contra de figuras contrarias a su movimiento dentro del Partido Colorado”. Como en las películas de espías de la guerra fría existe un expediente denominado “MARA041922MP”, donde mencionan que se introdujo “información tergiversada y falsa” para perjudicar a HC.

Este proceso está viciado por los escándalos que minaron la credibilidad de la investigación. No bastó con revelación de los chats entre el fiscal acusador Aldo Cantero y Pedro Ovelar que demostraron cómo el agente recibe instrucciones del abogado de Cartes. Se sumó la sugestiva renuncia del fiscal Guillermo Sanabria un día antes del vencimiento del plazo para la acusación. Dicen que se negó a firmar. Finalmente, asumieron el caso dos fiscales sacados de la galera, que ni tiempo de leer la carátula tuvieron.

TÁCTICA POLÍTICA. En medio del ruido en el terreno político judicial, Mario Abdo hizo una jugada que descolocó al cartismo. Solicitó al Senado que le retiren sus fueros para someterse a la Justicia, junto a sus ex funcionarios. En un primer momento, Honor Colorado respondió que no era una prioridad. El presidente del Senado, Basilio Núñez, con rostro rejuvenecido tras un retoque facial, pero con el mismo talante, opinó que “nadie va a bajarle líneas al Senado. Hoy el pedido no será tratado”. Pero el jueves, el bloque cartista se reunió y buscando recuperar la agenda mediática, decidió apurar el tratamiento de la pérdida de fueros, marcado para el miércoles.

LA JUSTICIA COMO TRUEQUE. La acusación contra los ex altos funcionarios de Abdo generó un álgido debate jurídico-político, pero especialmente sobre la falta de independencia del Ministerio Público. El duelo judicial de dos ex presidentes de la República del partido que está en el poder hace siete décadas pone sobre la mesa la pésima calidad de la Justicia, que ha perdido totalmente credibilidad y confianza. Es una batalla que se librará en un contexto de absoluta hegemonía del cartismo en todos los poderes.

REACCIÓN. El duelo colorado, sin embargo, generó una reacción política y movió las anquilosadas venas de los partidos opositores que ven en este caso una oportunidad para recuperar el escenario perdido. En coyuntural coincidencia con la disidencia colorada en contra de la “mafia cartista” y “una Fiscalía sometida al crimen organizado”, intentará mostrar su fuerza convocando a una movilización nacional el miércoles 26. El día anterior, el 25, inicia la semana de movilizaciones con los sectores sociales, que finaliza el 27 con la gran marcha anual de la Federación Nacional Campesina.

Es una primera señal fuerte de un sector de la sociedad hastiada de Santiago Peña, cuyo gobierno “tecnócrata” repite el sempiterno sistema cleptócrata de las corrupciones/licitaciones, viejas falencias en la educación y fatales errores en salud.

Marzo será un examen que medirá el humor social contra el Gobierno, su respuesta a esas viejas demandas, y la capacidad movilizadora de la oposición.

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