Cada vez que participo de una reunión de negocios en estos días escucho las palabras esperanzadas, “cuando alcancemos el ansiado Grado de Inversión”… con un brillo en los ojos me comentan que siguen de cerca el pulso de la economía. La mayor parte de las veces, mi querido y austero lector, se confunde “Grado de Inversión” con lo que los economistas llaman “Foreign Direct Investment” (FDI) o “Inversión Extranjera Directa” y no es lo mismo.
Una persona o empresa extranjera que viene a instalar una fábrica o una flota de barcazas, es decir, invertir en activos reales, es FDI. La calificación crediticia indica un bajo riesgo de incumplimiento en activos financieros, o sea en los bonos que emite el Estado o las empresas del país Grado de Inversión. Tampoco debes pensar que la calificación de riesgo de crédito es la ÚNICA que importa. El presidente Santiago Peña, en su primer mensaje a la ciudadanía, hablo de un “desarrollo justo, sostenible y sustentable”. Y tiene razón, los ratings de sustentabilidad, dados por agencias calificadoras especializadas, son igual de importantes hoy día que los ratings de crédito.
Tan es así que, por ejemplo, nuestro Congreso Nacional, está considerando un proyecto de Ley “De los créditos de carbono”. Lo cual no solo ayuda al rating de sustentabilidad del país, sino también al rating crediticio. Contar con estas varias calificaciones otorga al país y a sus empresas acceso a financiamiento en mejores condiciones, con tasas de interés más bajas debido a la seguridad en los pagos y mayor liquidez, ya que permite la rápida compra o venta de los títulos. Siempre resulta atractivo para los inversionistas, especialmente algunos de ellos que SOLO pueden invertir en activos considerados “seguros” o de “bajo riesgo”.
Aunque Paraguay todavía no cumple con los requisitos para ser clasificada como “Grado de Inversión”, considero que el crédito de Paraguay ya está operando bajo tales condiciones y no puede mejorar mucho más. Basta mirar los intereses con los que se emitieron los bonos soberanos, en la última salida (julio 2023) el cupón fue de 5,85%. La emisión realizada en febrero del 2022, la tasa fue del 3,849% mientras que la hecha en enero del 2021 fue 2,739%, ambas fueron las más bajas de la historia del país, incluso con una mínima diferencia respecto a los bonos del Tesoro de los Estados Unidos (al momento de escribir esta página, 10 años 4.25%, calificación AA).
El honor de esta calificación es ciertamente para pocos. Chile, Perú, Uruguay y México son las únicas economías vecinas con esta calificación soberana. La primera cuenta con A Estable (S&P), A2 Estable (Moody’s) y A- Estable (Fitch). Por otro lado, se encuentra Uruguay con BBB Estable (S&P), Baa2 Estable (Moody´s) y BBB- Estable (Fitch). Desafortunadamente, mi querido Perú está en problemas, la calificadora S&P le otorgó BBB Negativa, Moody´s le dio Baa1 Estable, mientras que Fitch BBB Negativo.
Brasil llegó a ser Grado de Inversión y lo perdió en el 2015, hoy en día continúa ligeramente debajo de Paraguay con una calificación Fitch BB Estable y S&P BB Positiva. Moody’s Ba2 estable, mientras que en el caso de Paraguay S&P dio el rating de BB Estable, Moody’s otorgó Ba1 con Perspectiva Positiva y Fitch BB+ Estable. Con o sin Grado de Inversión, debemos sentirnos orgullosos de la calificación del país, y por supuesto tratar de mejorar lo que se puede mejorar, pero no porque “califican”, sino porque todos los paraguayos lo merecen.