16 abr. 2025

El fantasma del Metrobús

Un fantasma recorre los pasillos del Palacio de López, del Ministerio de Obras Públicas, y el de Economía. Aburrido, sale a pasear por la ciudad de Asunción en hora pico, en medio del despelote, las veredas rotas, el olor a pis y el caos en el tránsito. Es el fantasma del Metrobús.

El espectro mira por encima de nuestras realidades y se ríe a carcajadas de quienes, tontamente, se preparan para comprar el nuevo espejito que el gobierno colorado de Santiago Peña anda ofreciendo.

Pues resulta que ahora tienen un proyecto para construir una autopista urbana elevada de cuatro kilómetros de longitud, de dos calzadas y cuatro carriles, para el acceso y la salida rápida a la Gran Asunción, además de nuevos accesos a la ruta PY02, porque, como andan diciendo en tuiter , alguien necesita un acceso más rápido a San Ber...

Esto, que nos están queriendo vender como una solución vial va a costar, para empezar nomás, la friolera de USD 180 millones. En realidad, al final, nos va a terminar costando mucho más; a los paraguayos de a pie, que somos los que pagamos los impuestos y los que terminamos pagando los préstamos que hacen los gobiernos. Los presidentes y ministros apenas sirven para cortar cintas y salir en las fotos, pues las obras se pagan con nuestra plata.

Lo peor de todo es que desde ahora ya sabemos que este megaproyecto no va a servir de nada, porque no va a resolver absolutamente nada. Y es una gigantesca mentira eso de que el proyecto “redefine la forma de movernos”; en realidad, no redefine nada. Va a costar muchísima plata y los miles de vehículos van a seguir embotellados en las calles, avenidas, viaductos, pasos a desnivel e incluso en la nueva autopista urbana elevada, si es que se llega a hacer.

Los genios que nos gobiernan quieren seguir saturando a la pobre Asunción, como si esta no tuviera suficiente con padecer a Nenecho como intendente. Ni se les ocurre luego plantear un sistema de transporte y movilidad moderno, de este siglo, uno que de verdad resuelva los problemas, y no solo los problemas de los que tienen un auto.

Este gobierno, y todos los anteriores han priorizado las soluciones para la gente automóvil-dependiente. Fueron incapaces de plantear un cambio en el sistema, que nos acerque a los demás países de Latinoamérica que tienen sistema de buses rápidos, tranvías, trenes de cercanía y de larga distancia, metrobús, metro y bicisendas. Esos sistema que contaminan menos, generan menos embotellamientos y colaboran con el bienestar del ciudadano.

Y seguimos siendo los más atrasados en la región. Como dice uno de los mejores conocedores del tema urbano, el arquitecto Gonzalo Garay, el Gobierno no tiene idea del tema de movilidad urbana integral y sustentable: “Se les paró el reloj en 1960”. Por eso, insisten en autopistas elevadas y viaductos cuando el camino a seguir es otro.

Eso de los viaductos ya no se usa, y está claro que si seguimos llenando las calles de autos y motos esto va a seguir siendo un desastre. Tienen que dejar de pensar solo en sus negociados y pensar un poco más en el resto; por ejemplo, en los trabajadores y los estudiantes, que padecen actualmente el terrible servicio del transporte público.

Si Paraguay contara con un sistema de transporte y movilidad, no tendríamos vehículos atrapados en los embotellamientos, ni tendríamos tanta contaminación y de paso, la gente tendría calidad de vida. Claro que esto no les importa ni al gobierno colorado ni a los colorados que malgobiernan desde hace 70 años.

Cambiar no es tan difícil, pero requiere mucho compromiso y cierta dosis de patriotismo pensar en el país y no en el interés propio y de los amigos. Mientras, solo queda ver cómo siguen quemando nuestras oportunidades de ser un país más o menos desarrollado, donde la gente tenga permiso para ser más o menos feliz y ya no compre espejitos.

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