Rosalía se llevó este jueves tres gramófonos dorados con su nombre: Álbum del año y Mejor álbum vocal pop contemporáneo por El mal querer, y Mejor canción urbana por Con altura (junto a J Balvin).
Pero además, El mal querer, una ambiciosa y triunfal producción conceptual que entrelazaba el flamenco con el sonido urbano, obtuvo otros dos premios: Mejor diseño de empaque (Man Mourentan y Tamara Pérez) y Mejor ingeniería de grabación para un álbum (El Guincho, Brian Hernández, Jaycen Joshua y Chris Athens).
En total, la obra de Rosalía, una artista que mima cada aspecto de su propuesta desde lo musical a lo audiovisual, se coronó con cinco gramófonos dorados.
“Estoy en shock, es lo último que me esperaba, os lo juro por Dios”, exclamó una muy emocionada Rosalía.
“Muchas gracias a la gente que apoya mi música. Estoy trabajando muy duro para estar a la altura de vuestro apoyo”, añadió.
También con tres premios se situó su compatriota Alejandro Sanz, que se anotó los Latin Grammy a Grabación del año y Mejor canción pop por Mi persona favorita (con Camila Cabello), y también el de Mejor video musical versión larga por Lo que fui es lo que soy.
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“Quiero dedicar este Latin Grammy a todo el público que va a mis conciertos (...). Son ellos los que les dan sentido a esta cosa que es la música”, aseguró.
El palmarés de estos repartidos Latin Grammy dejó, asimismo, otros vencedores importantes como Juan Luis Guerra, Tony Succar, Pedro Capó, Kany García y Andrés Calamaro, todos ellos con dos Latin Grammy por cabeza.
“A nuestros hijos, porque al final del día sabemos todos los colegas que el sacrificio duro lo sufren ellos”, afirmó Capó al recibir el premio a Canción del año por la optimista Calma.
Los Latin Grammy, que festejaban su vigésimo aniversario, llegaron precedidos de las críticas de artistas urbanos por la escasa presencia del reguetón y el trap entre sus nominados.
De ahí que Bad Bunny, que consiguió el premio al Álbum de música urbana por X 100PRE, aprovechara la ocasión para reivindicar el terremoto mundial que ha provocado este género.
“A todos los músicos, a toda la gente que pertenece a la Academia, con respeto: el reguetón es parte de la cultura latina y está representando, al igual que otros muchos géneros musicales, a los latinos”, afirmó.
Los Latin Grammy comenzaron este jueves con un enérgico tributo al legado de la música latina y artistas como Olga Tañón, Anitta, Reik, Calibre 50 o Prince Royce, que se unieron sobre el escenario para entonar himnos como La vida es un carnaval de Celia Cruz o De música ligera de Soda Stereo.
Alejandro Sanz combinó su veteranía con la juventud de Aitana, Nella y Greeicy, todas ellas nominadas al Latin Grammy al Mejor nuevo artista, para cantar una emotiva Mi persona favorita.
Y Rosalía combinó dos partes muy diferentes: el minimalismo y la dureza de A palé, y el arrollador sabor urbano de Con altura.
El buen rollo tomó después el escenario del MGM Grand Garden Arena de la ciudad del juego con Pedro Capó, Alicia Keys, Farruko y Miguel cantando la exitosa Calma.
Uno de los momentazos de la velada fue el homenaje a Juanes, que el día anterior había recibido el premio Persona del Año.
El cantante interpretó varios de sus temas más conocidos como A Dios le pido, pero la sorpresa llegó para el colombiano cuando Lars Ulrich, el baterista de Metallica, apareció en la gala para entregarle el galardón honorífico.
“Una de las razones por las que hago música son ustedes, me cambiaron la vida, gracias”, le dijo a Ulrich un conmovido Juanes.
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Con ganas de mirar tanto a los nuevos talentos como de inclinarse ante las leyendas de la música, los Latin Grammy rindieron homenaje a los fallecidos Camilo Sesto y José José.
Pero tal vez, el instante más emocionante fue ver el regreso a los escenarios de Vicente Fernández, el mito mexicano que estuvo acompañado por su hijo Alejandro y su nieto Alex.
“Saben que en estos eventos tenemos el tiempo bien medido, me quedaron como 50 canciones”, bromeó cuando el público le pidió otro tema.
Y si las nominaciones quizá no reflejaron fielmente todo el eco que ha logrado el género urbano, la gala de los Latin Grammy no pudo negarlo de ninguna manera: Ricky Martin estrenó junto a Bad Bunny y Residente su tema Cántalo, y Ozuna y Bad Bunny, por su parte, también ofrecieron dos de las actuaciones más espectaculares de la noche.