La suspensión del Glastonbury Festival, fijado del 24 al 28 de junio en la localidad inglesa de Pilton, en el condado de Somerset, es “la única opción viable” después de las recomendaciones del Gobierno británico, según dijeron los organizadores, Michael y Emily Eavis, en un comunicado publicado en su página web.
“Esperamos que la situación en el Reino Unido haya mejorado a finales de junio, pero, aun así, nos resulta imposible pasar los próximos tres meses con miles de trabajadores en la granja ayudando con la construcción de la infraestructura y las atracciones necesarias para recibir a más de 200.000 asistentes en una ciudad provisional”, señalaron.
Las 135.000 personas que habían reservado su plaza en Glastonbury tendrán de plazo hasta setiembre para trasladar el depósito a la próxima edición u obtener la devolución total del importe.
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Los organizadores describieron las “graves implicaciones financieras” que supone este “duro golpe”, tanto para ellos como para patrocinadores, proveedores y demás afectados por la cancelación.
El reparto del festival había sido ampliado la semana pasada con la incorporación del rapero estadounidense Kendrick Lamar, que se unía a la cabecera del evento junto a Paul McCartney, Taylor Swift y Diana Ross.
Glastonbury se suma así a otros festivales de relevancia internacional que han sido anulados por el impacto del coronavirus, como el de Coachella, en Estados Unidos.