Los dos países rivales se hallaron unidos esta semana en su combate común contra incendios sin precedentes, que los expertos vinculan con el calentamiento del planeta, en medio de temperaturas que oscilan entre 40 y 45 grados Celsius.
Ocho personas murieron y decenas tuvieron que ser hospitalizadas en el sur de Turquía. No se registra por ahora ninguna víctima en Grecia.
Los bomberos griegos seguían combatiendo este jueves un incendio en Olimpia para proteger los restos arqueológicos donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la Antigüedad, en el oeste de la península del Peloponeso.
La localidad de la antigua Olimpia, habitualmente repleta de turistas en esta época del año, y otras 18 localidades cercanas habían sido evacuadas la víspera.
El primer ministro Kyriakos Mitsotakis, desplazado al lugar el jueves, declaró la “necesidad de hacer estudios” para “evitar nuevas catástrofes”.
Las llamas obligaron al gobierno de Macedonia del Norte a declarar durante 30 días el estado de emergencia.
El ministro de Defensa de su país vecino, Albania, declaró la situación “crítica” por el avance de los fuegos cerca de varios pueblos. Las llamas causaron ya un muerto esta semana en este país balcánico.
Pero lo que más inquietud generaba este jueves es una central térmica, repleta de miles de toneladas de carbón, en la costa turca sobre el Egeo, amenazada por un incendio atizado por el viento.
- Alarmas y evacuación -
Al son de las alarmas de evacuación, centenares de habitantes, llevando consigo sus escasos enseres, fueron evacuados a bordo de lanchas de los guardacostas turcos movilizados en el puerto de Oren, cercano a la central termoeléctrica de 35 años de antigüedad de Milas, según constató la AFP. Otros lo hicieron por tierra.
Según las autoridades regionales, “todos los productos químicos explosivos” fueron retirados del lugar.
“Pero existe el riesgo de que el fuego se extienda a las miles de toneladas de carbón que hay en el interior”, admitió a la prensa un responsable regional, Osman Gurun.
Durante la noche, imágenes difundidas por el alcalde de Milas, Muhammet Tokat, mostraban un violento fuego a las puertas de la central.
Pero una inspección inicial mostró que el fuego nocturno no causó “daños serios a las unidades principales de la central”, según la oficina del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
- “Amenaza climática” -
Los bomberos griegos aseguran haber controlado 92 de los 118 incendios declarados en el país en las últimas 24 horas. Mientras que 180 incendios azotan Turquía desde fines de julio.
Según el Observatorio de la Tierra de la UE Copernicus, este mes de julio es el segundo más cálido en Europa.
“Estamos en una fase de absoluta desregulación climática”, se lamentó esta semana el viceministro griego de Protección civil, Nikos Hardalias. Ahora “no se habla más de cambio climático sino de amenaza climática”, agregó.
El ministro turco de Agricultura, Bekir Pakdemirli, declaró que las temperaturas en la ciudad del Egeo, Marmaris, habían llegado a un máximo histórico de 45,5 ºC esta semana. “Libramos una guerra” dijo.
- Peticiones de ayuda -
De ambos lados del mar Egeo las autoridades afrontaban la presión de los habitantes y autoridades locales que consideran insuficientes los medios de lucha contra los incendios.
El alcalde de la antigua Olimpia, Giorgos Georgopoulos, reclamó “más apoyo aéreo” en Open TV.
El alcalde de la ciudad de Limni en la isla de Eubea, Giorgos Tsapourniotis, en declaraciones a la agencia de noticias griega ANA, pidió “refuerzos aéreos y terrestres para evitar poner en riesgo vidas humanas”.
Del otro lado de la frontera, el alcalde turco de Milas “suplicó" que un “avión cisterna sea enviado de forma urgente”.
La oposición reprochó al presidente Erdogan su fracaso en mantener su flota de aviones cisterna, y de haber tardado en aceptar la ayuda internacional.
Erdogan acusó a la oposición de intentar sacar partido político de la situación. “Los incendios forestales son una amenaza internacional, igual que la pandemia del covid-19", se defendió el presidente.