El fuerte aumento de enfermos con coronavirus ha puesto en jaque al sistema sanitario brasileño, que se encuentra al borde del colapso debido a la falta de camas, de personal médico y de insumos para la intubación de los pacientes más graves.
Tan solo en São Paulo, el número de ingresos de pacientes con Covid-19 aumentó un 110% en las últimas semanas, lo que ha incrementado la preocupación por el suministro de oxígeno.
Tras una reunión con las empresas responsables, el Gobierno regional ha descartado un desabastecimiento similar al ocurrido en Manaos, capital de Amazonas, meses atrás, pero la iniciativa privada se ha movilizado para construir una central de oxígeno en el interior de São Paulo.
Ante el agravamiento de la situación, el Ejecutivo del presidente Jair Bolsonaro se reunió con representantes de la industria médica para evitar el desabastecimiento en los hospitales en momentos en los que el país suma récords diarios de casos y muertes.
En ese sentido, propuso embargar el inventario excedente de las industrias farmacéuticas que aún no esté comprometido en contratos firmados con anterioridad y recurrir al mercado internacional a través de la Organización Panamericana de Salud (OPAS).
También apuntó la posibilidad de realizar subastas electrónicas para la compra de fármacos a nivel nacional.
Sin embargo, el Ejecutivo subrayó que la compra de los medicamentos del llamado “kit de intubación”, que incluye oxígeno, sedativos, analgésicos y bloqueadores neuromusculares, es “responsabilidad” de los Gobiernos regionales y municipales, a los que Bolsonaro ha criticado en numerosas ocasiones por las restricciones impuestas para combatir la pandemia.
Las autoridades de Río de Janeiro y la vecina Niteroi anunciaron el lunes que para frenar el avance del Covid-19 se cerrarán las “actividades no esenciales” durante un plazo de diez días.
Bolsonaro
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, insistió el lunes en que la política de confinamientos “hace a los pobres más pobres” y también mata, pues lleva a muchas personas “a la depresión y el suicidio”. Las declaraciones del mandatario se produjeron en un acto público en donde respondió a las críticas contra la gestión de su Gobierno en la pandemia.