03 dic. 2024

El grave peligro que generan los edificios que están en abandono

Ante el grave peligro que generan los vetustos edificios en abandono, las autoridades deben adoptar medidas ejemplificadoras para evitar una tragedia. La Comuna de Asunción debe atender con eficiencia los casos y hacerles sentir a los propietarios que no son solo meras notificaciones para que se vean compelidos a aplicar mejoras. Incluso es analizable la posibilidad de recurrir a la Justicia. Por otro lado, la Policía Nacional tiene que implementar controles más severos para impedir el robo de partes de la estructura de estos inmuebles.

La caída de un edificio abandonado ubicado sobre Presidente Franco entre O’Leary y 15 de Agosto encendió de nuevo las alarmas sobre el peligro que representan las estructuras derruidas y que no tienen la atención del propietario. Por gracia de Dios es que no hubo víctimas por lamentar teniendo en cuenta que la avenida Presidente Franco es de intensa circulación.
En la misma situación se encuentra el que está al lado, que operaba como la Cooperativa Multiactiva 17 de Mayo, el que también está con riesgo de derrumbe y que constituye un gran peligro para los transeúntes, vecinos y quienes se guarecen allí. Hace añares que estos dos edificios están descuidados por sus propietarios. Además, nunca se notó que el Municipio haya adoptado medidas para que se revierta el panorama en ambos.

En el centro de Asunción y barrios aledaños existen numerosos edificios que requieren de una atención urgente de los dueños, pero a la vez se necesitan decisiones más contundentes de las autoridades de la Comuna para que se puedan poner en condiciones estos locales o caso contrario instarlos a que procedan a su demolición.

La misma Municipalidad en un informe señala que realizaron 1.750 intervenciones de edificios abandonados, cifra que da cuenta a que nivel llega la dejadez. A estos hay que darles seguimiento.

No se puede desconocer que el Municipio tiene un procedimiento para estos casos, considerando que son propiedades privadas. De todos modos, teniendo en cuenta la situación calamitosa en la que se hallan y por situaciones graves que pueden registrarse ante la falta de una reparación o restauración se tiene que buscar la forma de atender eficazmente estos edificios por los daños que potencialmente pueden ocasionar a terceros. Se deben adoptar medidas ejemplificadoras para evitar una tragedia. Tomar decisiones que los dueños sientan que no son solo notificaciones y dar celeridad a los procesos que se tramitan en la Comuna para que los propietarios se vean compelidos a refaccionarlos. Que noten que el Municipio está sobre ellos.

Por un lado, está el peligro del derrumbe, pero por el otro se convierten en aguantaderos de personas ante la inacción de la Policía Nacional. Sobre Presidente Franco y calles transversales se registraron varios asaltos. Una persona que vive en uno de los departamentos cercanos fue a comprar una hamburguesa y fue asaltada. Casos como estos son frecuentes ante la inacción policial.

Cuántas veces, testigos han visto cuando se llevaban por la calle, a cualquier hora, partes vitales de la estructura de ambos edificios citados ante las narices de los policías. A la medianoche con más frecuencia, señalan. Conste que es el microcentro capitalino. Así se iban debilitando hasta que uno de los locales colapsó, con la ayuda también de la tormenta y, obviamente, ante la falta de cuidado y mantenimiento de parte del propietario.

Para atender la seguridad y evitar que estos lugares en general se conviertan en aguantaderos, la Policía Nacional también tendría que coordinar acciones, y aplicar mayores controles, ya que efectivamente tanto día como de noche, los adictos los ocupan.

En conclusión, considerando lo expuesto urge que la Municipalidad realice controles frecuentes a estos locales abandonados, acelerar los trámites para que los dueños hagan algo; si no se los ubica o simplemente no responden a la notificación, insistir hasta encontrarlos y a aquellos que no responden o sí lo hacen, pero que tampoco implementan mejoras, aplicarles una multa u otro tipo de medidas más fuertes. Hay que buscar la forma para evitar otro derrumbe y situaciones graves por lamentar. Incluso es analizable la posibilidad de recurrir a la Justicia.

Y… que también la Policía Nacional haga su papel.

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