“No se puede ver solamente esto que ha ocurrido como una manifestación debido a estas carencias, a esa crisis económica, incluso el cansancio por tantos meses de vivir en confinamiento”, dijo el maestro de la novela negra y uno de los escritores contemporáneos más publicados de América Latina. El viernes publicó un texto titulado “Un alarido”.
El escritor de 65 años, que en sus novelas cuenta la realidad de Cuba, vive en La Habana, cuyas calles también fueron sacudidas por las revueltas, inéditas desde el triunfo de la revolución en 1959.
Las manifestaciones representan “un grito que es también el resultado de la desesperación de una sociedad que atraviesa no sólo una larga crisis económica y una puntual crisis sanitaria, sino también una crisis de confianza y una pérdida de expectativas”, señala.
“Tenemos hambre”, “Libertad” y “Abajo la dictadura”, son algunas de las consignas más escuchadas en estas concentraciones.
Lo que “ha ocurrido en Cuba en estos últimos días, especialmente el domingo 11 de julio, tiene muchas causas y ya ha tenido consecuencias y pienso que va a tener más consecuencias”, dice Leonardo Padura.
- “Encontrar la esperanza” -
El simple hecho de que hayan ocurrido estas manifestaciones “demuestra entre todas las cosas que hay una gran falta de comunicación entre las esferas del poder y la realidad cotidiana de la gente”, porque “en un país como Cuba donde todo se sabe (...) que se haya podido producir un fenómeno así, que haya sido tan sorpresivo, es muy raro”.
Bajo el efecto de la peor crisis económica en 30 años, los cubanos gastan varias horas todos los días para comprar alimentos y medicamentos.
En su barrio Mantilla, en La Habana, el autor narró que “el día que llegan las medicinas a las farmacias es una cola de casi dos cuadras y muchas personas no alcanzan medicamentos que son necesarios para enfermedades crónicas, como las personas diabéticas”.
“Hubo apagones, a mí me obligó a cambiar mi trabajo de mi computadora de mesa por la computadora portátil porque se me iba la luz constantemente y no sabía si podía recuperar mi trabajo”, relató.
En este difícil contexto, “una de las reacciones de las más visibles y más dramáticas ha sido la opción por el exilio que han tomado muchas personas”, lamenta el autor.
La emigración, un tema doloroso en Cuba, está en el centro de su novela más reciente, “Como polvo en el viento”, publicada en 2020. Se trata de la historia del “clan”, un grupo de amigos que a lo largo de los años salen de la isla y se dispersan por el mundo.
Aunque subraya el efecto devastador del embargo estadounidense, en vigor desde 1962, y denuncia una “campaña mediática” que busca manipular la información sobre Cuba, Padura señala sobre todo que “los cubanos necesitan volver a encontrar la esperanza y tener una imagen posible de su futuro”.
- El derecho a expresar su opinión -
El miércoles, el gobierno hizo una primera concesión, permitiendo temporalmente la libre entrada de alimentos y medicamentos a viajeros.
Para hacer frente a esta situación, “tiene que haber una suficiente inteligencia para encontrar una respuesta no solamente material sino también política, ideológica y de buen sentido”, estimó el escritor.
Porque “es un derecho absoluto de las personas tener esa posibilidad de expresar su opinión, incluso en momentos críticos como el que estamos viviendo”.
En su texto, el autor criticó también la respuesta inmediata de autoridades frente a las movilizaciones.
“Para convencer y calmar a esos desesperados el método no puede ser las soluciones de fuerza y oscuridad, como imponer el apagón digital”, estimó.
El internet móvil fue bloqueado desde el mediodía del domingo hasta el miércoles en la mañana, suscitando las críticas de la comunidad internacional. El viernes seguía inestable y el acceso a redes sociales solo podía hacerse a través de un VPN.
Y “la respuesta violenta, en especial contra los no violentos”, no puede “emplearse como argumento de convencimiento”, escribió sobre las manifestaciones que dejaron un muerto, decenas de heridos y más de un centenar de detenidos.