“Acusar a una película de glorificar la violencia es absurdo”, asegura a Efe ante el estreno de un filme que bebe del cine de Martin Scorsese (Taxi Driver, The King of Comedy) y que ha dirigido Todd Phillips (The Hangover) con Robert De Niro redondeado el reparto.
Algo intimidante de primeras, aunque luego se relaja, Phoenix (San Juan de Puerto Rico, 1974) se muestra como un actor astuto y, sobre todo, que va a su aire: sin representantes ni publicistas a su lado, enciende un cigarro en un hotel de Beverly Hills para hablar de la perversa mutación de Arthur en el Guasón y de las críticas que ha recibido la película por presuntamente alentar la violencia.
Premiada. Ante la pregunta, ¿Teniendo en cuenta que es una cinta de un gran estudio, para el público de masas y con un trasfondo de superhéroes; le sorprendió que ganara el León de Oro en el Festival de Venecia?, Phoenix sostiene:
“Siempre es una sorpresa. En cierto modo, Todd y yo solo esperábamos no haber hecho la película que terminara con nuestras carreras (sonríe). Ese era un poco nuestro objetivo: ¿Podemos hacer algo que no vaya a ser espantoso?”.
Acerca de Todd Phillips, señala que es el único director que podía haber hecho Guasón. “Es muy sensible y compasivo pero también tiene un sentido del humor retorcido e irreverente. Creo que eso captura perfectamente a Arthur y al Joker”, responde.
Sobre interpretar a un villano que no tiene enfrente al héroe, Batman, el actor refiere que su némesis o enemigo es cómo percibe el mundo. “Su némesis es todo el mundo, lo cual es una manera diferente de acercarse a estas cosas para un villano (...) Siente, ya sea objetivamente cierto o no, que es él contra el mundo: se siente una víctima del mundo”, señala.
Con respecto a que el Guasón también se siente muy solo, el actor expresa que es un sentimiento muy identificable que todos han sentido. “Somos animales de rebaño: queremos sentirnos conectados a un grupo más grande”, explica. EFE