El guitarrista irlandés Gary Moore, considerado un mito del rock y del blues, falleció el domingo en un hotel de Estepona (Málaga, España) a los 58 años.
La autopsia practicada al cadáver reveló que su muerte se produjo por causas naturales, pendiente aún del resultado de los análisis químicos toxicológicos.
Según informaron fuentes forenses, la autopsia se efectuó en el Instituto de Medicina Legal de la capital malagueña, tras lo cual se puede proceder al traslado del cuerpo de Moore, que no presentaba signos de violencia en la primera inspección del cadáver.
Un juzgado de Estepona recibió el avance del informe de la autopsia practicada al músico, que llegó al Kempinski Hotel Bahía de Estepona el pasado sábado al mediodía y falleció en la madrugada del domingo.
Gary Moore, nacido en Belfast (Irlanda del Norte) el 4 de abril de 1952, comenzó su carrera musical en la década de los 60 y en 1970 firmó con su banda, Skid Row, un contrato con el sello discográfico CBS.
Pocos años más tarde fue reclutado para la legendaria banda norirlandesa Thin Lizzy por su cantante, Phil Lynott, que antes formó parte de Skid Row. Su carrera en solitario alcanzó relevancia en 1979 con su disco Parisienne Walkways y le siguieron después títulos de gran éxito como Wild Frontier (1987) y Still Got The Blues (1987).
En 1994, trabajó junto a Ginger Baker en la banda BBM y reanudó posteriormente su carrera en solitario.
En agosto de 2005 se reunió de nuevo con algunos de los miembros de Thin Lizzy para un concierto en Dublín.
El guitarrista realizó una gira por Rusia y Extremo Oriente en 2010 y preparaba varias actuaciones para este verano junto a una nueva banda. EFE