“La idea es ir instalando la lengua guaraní para que sea hablada en todos los niveles sociales”, expresó claramente Domingo Aguilera, de la secretaría de Políticas Lingüísticas, en comunicación con la 970 AM este viernes.
Comentó que desde el 2010 que rige la Ley de Lenguas y desde los organismos estatales siguen intentando lograr un guaraní fluido, natural.
Así también, el especialista habló del objetivo que tienen de que el guaraní sea instalado como una de las lenguas modernas, ya que confirmó que tiene capacidades de crecer. Una muestra es la utilización de palabras de otro idioma para crear su propio dialecto (jopará). “Una lengua pura no existe, y si hay no tiene hablantes, o sea, no tiene futuro”, explicó.
Enfatizó en que no se le tiene que temer al jopará; cuando se instala una lengua masivamente, la misma se depura sola socialmente.
“El préstamo no es signo de decadencia de una lengua, enriquece y propone palabras nuevas. Se asume el préstamo, pero hay que ir proponiendo palabras de dentro de la lengua”, manifestó Aguilera.
Quien no se mostró muy de acuerdo con el modelo de lengua vigente actualmente y con la implementación del jopará es el profesor Tadeo Zarratea, para quien se debe conservar de alguna manera el guaraní puro, sin tantos préstamos gramaticales.
Sin embargo, consideró que se percató de un crecimiento en la utilización correcta del idioma en los últimos cinco años en dos ámbitos: periodístico y político.
“Los periodistas dejaron ese acartonamiento y ese temor de hablar guaraní. También los representantes del Gobierno hablan más guaraní frente a la gente”, expresó.
De la misma manera, lamentó que sea en la Corte Suprema de Justicia donde no se aplique aún este idioma, por ejemplo, en la elaboración de actas y sentencias.
“Los estudiantes no son formados para amar el guaraní, más bien para odiarlo, porque el idioma que se les da es artificial y ellos mismos se desmotivan porque el idioma que les enseñan no les sirve para comunicarse”, finalizó.