Lo que buscaba el organismo era develar cómo prosiguió el sistema en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, luego del Operativo Veneratio, donde hoy funcionaría un nuevo sistema, que al parecer, no ha dejado de lado los malos tratos.
“Antes del operativo, el control y ejercicio del poder al interior de la penitenciaria era claro. El mismo lo realizaba el grupo criminal de base carcelaria denominado Clan Rotela, era quien disponía de los lugares, de los pabellones. Cada pabellón respondía al clan y tenía su líder”, dice parte del informe.
Así como tenían sus líderes y sus reglas, también contaban con áreas de castigo y de imposición de su lógica disciplinaria. “Contaban con celdas de castigo, en pabellones emblemáticos, donde eran sometidos a tortura, situación conocida por los guardias y las autoridades del penal”.
Según el Mecanismo, ahora el sistema volvió a manos de los agentes penitenciarios.
TORTURAS DE POLICÍAS. Para perpetrar los actos de violencia –cita el informe– los agentes policiales, durante detenciones y reclusiones, suelen usar elementos, como golpes de puño, cachiporras, cachiporra con caños, apysarapo. Incluso, de acuerdo a las entrevistas, se reveló el uso de armas de fuego, golpes con patadas, y en menor porcentaje el uso de cadenas, moquetas, o hules en la cabeza.
El monitoreo realizado en el 2024, cita las partes del cuerpo violentados, como barriga, costillas, brazo, cabeza, cuello, e incluso la cara, espalda, cuello y boca del estómago.
Varios de los entrevistados explicaron que hubo casos de golpes en todo el cuerpo, y uno mencionó la participación de un perro y amenazas con armas para que la persona hable. “Este panorama evidencia un patrón de violencia extendida”, reflexiona el Mecanismo.
Y la advertencia constante que utilizan ahora: Ser llevados a aislamiento y, en caso de “crear más problemas”, la posibilidad de ser llevados a penales de máxima seguridad.
“Ahora se incorpora la amenaza de ser trasladados, de ser tildados del Clan Rotela. Y para máxima seguridad no hay un criterio, no hay un análisis. Están cargando la máxima y van gente que ni siquiera es del crimen organizado”, explico Orlando Castillo, comisionado del Mecanismo.