Echeverría, uno de los músicos más singulares de Paraguay, y con una técnica muy personal en la ejecución del instrumento, había sido informado el pasado mayo de que iba a recibir la distinción, que no pudo recoger al fallecer un mes después, a los 86 años.
La viuda del artista, Magdalena Cantero, recibió el reconocimiento en una ceremonia en la histórica Casa de la Independencia, en el centro de Asunción, con la presencia del ministro de Cultura, Fernando Griffith.
El ministro destacó de los premiados “el talento, sus esfuerzos y su perseverancia en servicio de la construcción social a través de su arte”.
Con la distinción, la SNC reconoce la contribución de los premiados a la cultura paraguaya.
Echeverría, más conocido como Kamba’i, autor de piezas que han quedado en la memoria del folckore, como Guata jeruti, Taita José o Belénpe guare, tocaba la guitarra rasgueando y punteando a la vez.
Isídrez recibió el reconocimiento a su trayectoria en la que ha sabido conservar “las técnicas de las abuelas guaraníes” pero expresando “su propia sensibilidad y las condiciones nuevas de su tiempo” en sus cerámicas, uno de los testimonios “más originales del arte popular” paraguayo, según la SNC.
Por su parte, su colega artística, Noguera, procedente de una saga familiar de ceramistas, recibió el Carlos Colombino por su obra escultórica en cerámica con motivos antropomorfos y de animales.
Ambas han expuesto en diversas galerías internacionales.
El Carlos Colombino, creado por la SNC en 2015 en memoria del escultor del mismo nombre (1937-2013), se otorga a reconocidos artistas e instituciones culturales, nacionales e internacionales por su contribución al desarrollo de la cultura de Paraguay.
En anteriores ediciones, el Carlos Colombino ha recaído en la afamada guitarrista Berta Rojas o en el Centro Cultural de España Juan de Salazar.