Una situación que ahora Antonio Morales, conocido artísticamente como “Junior”, confiesa que ha superado gracias a la ayuda de sus tres hijos.
Al morir la cantante, aplaudida en los escenarios de España y Latinoamérica, “Junior” se sumió en una depresión que se sumaba a su dependencia del alcohol.
Un problema que ha superado, aunque continúa en tratamiento, según confiesa en declaraciones recogidas por varios semanarios españoles.
“Junior”, que estuvo casado 36 años con Rocío Dúrcal, recuerda que se levantaba y ya bebía. “En vez de tomar café con leche me tomaba un vasito de vino a escondidas”, revela.
Tras el tratamiento recibido, el marido de la cantante asegura que ha salido de ese “bache” y ahora es “abstemio total”.
México, donde la cantante era conocida como “la Señora”, fue el país elegido por su familia para celebrar un funeral en la Basílica de Guadalupe, donde fue depositada una urna con parte de sus cenizas.