Estudiantes y representantes de la sociedad civil critican estos recursos, que además se dan en contrapartida de lo que aconsejan organismos, como la Cepal y la Unesco, para evitar problemas que suelen arrastrarse en periodos de crisis económicas como la deserción escolar.
En Paraguay, solo cuatro de cada diez estudiantes logran terminar sus estudios secundarios, siendo la economía familiar una de las principales causas de este drama.
Justamente ayer se realizó un evento para verificar la calidad de los útiles escolares ofertados para el 2021, que se repartirán sin cambio alguno, pese a que las clases comenzarán nuevamente a distancia.
El pedido al Fondo para la Excelencia de la Educación e Investigación (FEEI) para estos ítems es de G. 287.000 millones, que todavía no fueron aprobados por el consejo administrativo, donde tienen voz y voto el ministro de Hacienda, Benigno López, y el titular del MEC, Eduardo Petta.
CAMPAÑA. La Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes) anuncia una iniciativa en contra de los recortes en el sector, exigiendo más inversión para tecnología, alimentación escolar y también gratuidad para la educación escolar media.
Los secundarios critican la política de recortes que tienen el MEC y el Ejecutivo en general, indicando que en plena crisis y tras la pandemia, lo que los expertos alertan es que debe aumentarse la inversión en lo social, principalmente, en salud y en educación.
“Con esta crisis también se evidenció una falta de acceso universal a la educación, donde no tenemos proyectos económicos para las familias que trabajan en el país, donde hay que fortalecer los entes que son garantes de derechos humanos, como lo es el MEC”, lamenta la estudiante Camila Giménez, coordinadora ejecutiva de la Fenaes.
El reclamo del alumnado para el presupuesto del curso siguiente es de un aumento de USD 55 millones.
De este fondo total solicitado, USD 7.487.388 piden que sea para el incremento de la gratuidad en todos los bachilleratos de la media.
Giménez también indica que otro aspecto fundamental que consideran es la política pública en tecnología, con aparatos, pero también capacitación a los educadores, hasta ahora inexistentes.
En lugar de recortar, lo que se debe hacer es invertir en nuestra educación y evitar problemas, como la deserción. Camila Giménez, coordinadora en la Fenaes.