@gabypalmaa
En el marco de la LXIV Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común y Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur y Estados Asociados, que inició el viernes y se extenderá hasta maña lunes, el director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguay (Cadep) y ex negociador por Paraguay en el Mercosur, Fernando Masi, realizó una recuento de los logros, fracasos y desafío del bloque.
–¿Cuáles son los logros obtenidos por el Mercosur?
–En más de 30 años, el Mercosur ha logrado integrar a las economías y sociedades de los países miembros como nunca antes. El comercio intraMercosur creció rápidamente en las dos primeras décadas, el proyecto rápidamente se impuso la meta de terminar la unión aduanera y hubo progresos en la agenda interna para lograr ese estadio de la integración. Además, creció la inversión extranjera hacia los países del Mercosur y entre los países miembros. Al mismo tiempo, se consideraron las asimetrías existentes entre sus miembros y se aprobaron proyectos para beneficiar a las economías menores del Mercosur. El estadio de la unión aduanera llegó a su punto culminante en el 2010 cuando se decide eliminar el doble cobro arancelario para así establecer un territorio aduanero común y construir de ahí en más el camino hacia el mercado común. En numerosos aspectos no económicos, como los sociales, culturales, municipales, etc., se tejieron numerosas redes de cooperación.
–¿Cuáles han sido los fracasos del bloque?
–La ralentización de las economías de Argentina y Brasil y la crisis económica argentina, en particular, a partir del 2010 fueron las causas principales de un estancamiento del proceso de integración. El comercio intrabloque se redujo significativamente. Argentina impuso medidas proteccionistas y restrictivas que no hicieron posible la implementación del territorio aduanero común y la agenda interna del Mercosur dejó de ser relevante, para dar paso a un mayor dinamismo de la agenda externa. Sin embargo, el logro más importante de esta agenda, el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, sigue sin ejecución. Otro factor importante es el político. Con la llegada de Bolsonaro al gobierno en Brasil, el Mercosur y todo proceso de integración dejó de tener relevancia para el Brasil. Es más, la intolerancia política demostrada por el titular del gobierno brasileño ahondó aún más el estancamiento del Mercosur.
–¿Cuáles fueron los beneficios para el Paraguay de pertenecer al Mercosur?
–En primer lugar, el Mercosur ayudó al Paraguay a ser descubierto en la región y en el mundo como un país con oportunidades y potenciales económicos y comerciales. Como consecuencia de ello, por ejemplo, el país ha recibido un flujo importante de inversión extranjera. En segundo lugar, el Mercosur impulso una mayor industrialización del Paraguay que, a pesar de las trabas no arancelarias que persisten hasta ahora en los mercados de nuestros vecinos grandes, permitió colocar bienes no tradicionales en esos mercados, aumentar la exportación de bienes tradicionales y crear cadenas productivas, principalmente con el Brasil. A su vez los rubros no tradicionales tuvieron al Mercosur, en varios casos, como un mercado de ensayo para luego proyectarse a mercados extrazonales. Los acuerdos de libre comercio firmados por el Mercosur con otros países latinoamericanos y de otras partes del mundo permitieron aumentar la oferta exportable del Paraguay. Un ejemplo claro de ello es el mercado chileno para la carne paraguaya. Nuevos rubros primarios y agroindustriales como el arroz, maíz y trigo y otros no tradicionales como autopartes, plásticos, textiles encontraron espacio en el bloque regional. Sin considerar la venta de la energía eléctrica y los bienes extranjeros de reexportación, el Mercosur es hoy el principal mercado de destino de nuestras exportaciones.
En tercer lugar, la propuesta paraguaya de tomar en consideración las asimetrías en el Mercosur, resultaron en medidas que beneficiaron al Paraguay tanto en el campo comercial-arancelario como en la creación del FOCEM que en su primer período (2006-2016) significó USD 900 millones en cooperación no reembolsable para el país, destinado principalmente a proyectos de infraestructura física y energética.
La ralentización de las economías de Argentina y Brasil fueron las causas de un estancamiento del proceso de integración.
–¿Qué desafíos enfrenta el Mercosur?
–Creo que hoy en el Mercosur nadie más cree que se llegará al mercado común. El Mercosur es una zona de libre comercio con algunas posibilidades de completar el estadio de la unión aduanera. Por lo tanto, el primer desafío del Mercosur es profundizar las medidas que vayan sorteando los obstáculos comerciales y arancelarios que todavía persisten al interior del bloque. El segundo desafío es crear las condiciones para un aumento del comercio intrabloque y la creación de cadenas productivas que permitan este aumento. El tercero es seguir promoviendo acuerdos de comercio extrarregionales para abrir más mercados para el bloque. En este sentido se debe llegar a un arreglo con la Unión Europea para implementar el acuerdo de libre comercio y se deben intensificar los esfuerzos para acuerdos comerciales con el sudeste asiático, principalmente China que es un actor importante para el comercio y las inversiones en América Latina. Pero ahora también se abre una nueva oportunidad con los Estados Unidos que con el proyecto denominado Acta de las Américas, que se encuentra en discusión en el Congresos de ese país, pretende aumentar significativamente el comercio y la inversión con los países latinoamericanos
Un tercer desafío es la integración física. Este es un tema de especial relevancia para un país mediterráneo como el Paraguay y que se está convirtiendo en uno de los actores principales de la conexión bioceánica en América del Sur. En este mismo sentido, el Paraguay deberá insistir en la continuidad del FOCEM cuyo segundo período de ejecución ya fue aprobado en el 2015, pero que hasta el momento no se ha implementado por falta de aprobación del Brasil.
Se debe llegar a un arreglo con la UE para implementar el acuerdo de libre comercio e intensificar los esfuerzos para un acuerdo con China.
Un cuarto desafío es la integración de Bolivia como nuevo socio del Mercosur. Al igual que Paraguay, Bolivia es mediterráneo y de menor desarrollo relativo como el Paraguay y cuyas relaciones comerciales son crecientes con el Mercosur.
Finalmente, el desafío político, que no solo pasa por la voluntad de los países de hacer más sólido el Mercosur, sino también de hacer que el Mercosur constituya un tema relevante en la agenda externa de los países. Y aquí nuevamente nos encontramos con un escollo similar a lo que fue el gobierno de Bolsonaro en el Brasil. El actual Gobierno argentino no considera relevante el Mercosur en su agenda, según lo expresado por el Presidente Milei, quien a su vez se manifiesta con niveles muy altos de intolerancia política en las relaciones con sus pares de la región.