Oé, que ofreció una rueda de prensa en el Club de Corresponsales de Tokio junto al también escritor Satoshi Kamata, miembro como él de la asociación “Sayounara genpatsu” (“Adiós plantas nucleares”), recordó la situación de los miles de personas que aún permanecen evacuadas por el desastre de Fukushima.
“Han sido abandonadas por las autoridades. Muchas han muerto sin poder volver a sus casas, y aún así, el principal objetivo de la Administración es reactivar plantas nucleares”, comenzó Oé sobre los planes del Ejecutivo nipón, que ha impulsado la reapertura de centrales para este año.
En ese sentido, el ganador del Nobel de Literatura en 1994 afirmó que no debería inaugurarse “una sola planta atómica más en todo el mundo”.
“Es normal que muchos en países con economías menos desarrolladas que Japón critiquen mi postura. Pero creo que es una época en la que hace falta coraje. Debemos dejar un mundo mejor para los que vengan después que nosotros. Este es el mensaje que me gustaría dejar como legado”, añadió el autor de El grito silencioso.
El novelista, antinuclear confeso desde hace décadas, recordó que decidió abandonar el mundo literario hace cinco años y que desde entonces reflexiona mucho sobre lo que considera el "último tramo” de su vida.
“Quiero descubrir cómo se expresa la gente, en qué piensa, que sienten en el mundo postfukushima”, dijo el novelista, que ahora dedica sus energías a recolectar apoyo y a encabezar manifestaciones de la asociación para que Japón mantenga sus 48 reactores apagados como hasta ahora.
De hecho, ambos autores anunciaron que el próximo 3 de mayo, día de la Constitución en Japón, “Sayounara genpatsu” planea reunir a unas 30.000 personas cerca de Tokio en un acto “antinuclear” y en contra de la reinterpretación de la Constitución pacifista nipona que ha aprobado el Gobierno del primer ministro Shinzo Abe.
“En Japón no hay políticos con voluntad para cambiar las cosas, para abrir una nueva era como se ha hecho en Alemania (país que a raíz del accidente nuclear en Japón decidió cerrar todas sus plantas para 2022)”, afirmó Oé.
A su vez, Kamata denunció la situación de los evacuados de Fukushima, y demandó que se les de asistencia psicológica y que los políticos se sienten a escuchar qué es lo que necesitan “para poder brindarles un futuro en condiciones”.