De acuerdo con Susannah Streeter, especialista en mercados de Hargreaves Lansdown, “los inversores se refugian (en el oro) para hacer frente a una tormenta de imprevisibilidad” en las últimas semanas, especialmente debido a las amenazas de aranceles lanzadas por Donald Trump.
El presidente estadounidense anunció su intención de imponer 25% de aranceles sobre los productos provenientes de Canadá y México, que teóricamente están protegidos por un acuerdo de libre comercio, y 10% sobre los productos chinos a partir del 1 de febrero.
Ayer, el precio del oro alcanzó más de 2.798 dólares la onza, superando los 2.790,10 dólares alcanzados a finales de octubre.
La política comercial proteccionista prometida por Trump hace que, en teoría, el dólar sea más atractivo, ya que podría impulsar la inflación y, por lo tanto, obligar a la Reserva Federal (FED) a mantener sus tasas de interés a un nivel alto.