29 abr. 2025

El pacto de gobernabilidad para la Corte se cumple sistemáticamente

A lo largo de los años, los acuerdos partidarios traducidos en cuoteo político para la integración de la Corte Suprema de Justicia han sido una constante. El caso Víctor Ríos no fue la excepción.

La dinámica de las negociaciones y los acuerdos políticos históricamente respondieron al cuoteo partidista, y la reciente elección del liberal Víctor Ríos para integrar la Corte Suprema de Justicia en reemplazo de Gladys Bareiro de Módica no hizo más que reafirmar que los pactos políticos para sostener la gobernabilidad aún están a la orden del día.

El pacto. Fue en el año 1993 en que se marcó un punto de inflexión en la relación entre partidos políticos. Ese año, los partidos Colorado y Liberal, especialmente, y una tercera fuerza política coyuntural acordaron la distribución de cargos en la Corte Suprema (CSJ), el Consejo de la Magistratura (CM) y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), fruto del Pacto de Gobernabilidad firmado por el presidente de la República de extracción colorada de ese entonces, Juan Carlos Wasmosy, y Domingo Laíno, del PLRA.

Este acuerdo se basó en entregar una cuota de participación en cargos y responsabilidades públicas a miembros de los partidos de oposición, para reducir su potencial conflictividad y asegurar un consenso mínimo respecto a temas concretos.

Dicho pacto se dio porque la ANR perdió el control del Congreso y entró en una espiral de disputas internas que obligó al presidente Wasmosy a buscar acuerdos para tener gobernabilidad.

Wasmosy implementó una estrategia de diálogo, negociación y acuerdos puntuales con la oposición, para hacer gobernable su administración y de esa forma poder atender las múltiples demandas y reivindicaciones de sectores sociales impedidos de actuar durante la dictadura.

Durante los sucesivos gobiernos de Raúl Cubas Grau y Luis González Macchi, marcados por la tremenda inestabilidad política, también fueron una constante los acuerdos con la oposición a cambio de prebendas y espacios de poder.

Aunque fue en el mandato posterior a los mismos en que se produjo un verdadero terremoto político en la Corte.

El caso Nicanor. El ex jefe de Estado Nicanor Duarte Frutos (2003-2008) prometió pulverizar la entonces Corte Suprema de Justicia y lo cumplió. Para instalar una nueva Corte, Duarte Frutos impulsó el juicio político de Luis Lezcano Claude, Felipe Santiago Paredes, Raúl Sapena Brugada, Carlos Fernández Gadea y Bonifacio Ríos Ávalos.

Solo Ríos Ávalos y Fernández Gadea llegaron hasta el final del juicio político y fueron destituidos. El resto renunció antes o durante el juicio.

Quedaron en la Corte Núñez, Fretes y Rienzi, a quienes se sumaron los 5 nombrados por Duarte Frutos. Pasó el tiempo, Rienzi se jubiló y Altamirano se retiró.

Los otros. Lograr gobernabilidad para implementar sus agendas de gobierno construyendo acuerdos parlamentarios fue también la constante durante el Gobierno de Lugo y de Cartes.

Lugo solo pudo llenar dos vacancias que había en la Corte. La máxima instancia funcionó con 7 ministros durante mucho tiempo hasta que se nombró a Luis María Benítez Riera y Gladys Bareiro de Módica para cubrir las vacancias.

En tanto que con Horacio Cartes se impulsó el juicio a Óscar Bajac, Sindulfo Blanco y César Garay.

Los pactos de gobernabilidad son positivos y que un político ingrese a la Corte Suprema me parece interesante Marcello Lachi, analista político.

“Que un político ingrese a la Corte es positivo, no será un sometido”
Para Marcello Lachi, analista político y autor del libro La gobernabilidad al estilo paraguayo, es sumamente positivo que un político ingrese a la Corte Suprema de Justicia. Indicó que Víctor Ríos no será sometido por ningún sector político como sí lo pueden ser los demás miembros de la máxima instancia judicial.
“El hecho de que Victor Ríos sea liberal representa una ventaja porque no tiene a quién rendir cuentas. Los partidos si bien tienen injerencia porque la propia la Constitución les da ese poder, son los que ponen y quitan ministros de la Corte, tienen mayoría dentro del Jurado de Enjuiciamiento, el tema de que entre un político en la Corte no es nocivo, porque Víctor Ríos no le debe a nadie, nadie le puede pretender como sí le pueden pretender a otras personas favores políticos, es decir cuanto más miembros del Parlamento entran a la Corte Suprema mejor, porque que entre uno no influye sobre los partidos”, indicó.
Mencionó que los ataques hacia la elección del liberal como miembro de la Corte provino de sectores conservadores de la sociedad, quienes reaccionaron hacia el perfil progresista del ex parlamentario. Consideró que Ríos tiene su carrera hecha.
“Más bien los ataques hacia Victor Ríos fueron por el perfil progresista que tiene Ríos, y los grupos conservadores tienen miedo que y me parece lógico. En general me parece interesante, y no le va a deber nada a nadie porque tiene su carrera política, y creo que no será sometido. Que un político ingrese a la Corte determine una sumisión, no creo, la sumisión es por otras causas, creo que Ríos será menos sometido que otros, es positivo”, sostuvo Lachi