@marthegarza
El escepticismo que rodea al éxito que puedan tener las medidas de reactivación económica anunciadas por el Poder Ejecutivo se debe a que la administración pública ha mostrado a lo largo de los años su incapacidad para concretar planes, según sostiene la economista Gladys Benegas. Considera que el ministro Arnoldo Wiens cometió un error al cambiar su Comité de Evaluación, ya que esta movida solo enlentecerá aún más la ejecución de las obras públicas y emite el mensaje equivocado de que la transparencia en la gestión descansa en las personas, en vez de radicar en los procesos institucionales. Insiste en que el camino para superar los ciclos de “sube y baja” de la economía paraguaya consiste en avanzar hacia la industrialización del país y facilitar la comercialización interna de los productos nacionales.
–¿Cuáles son las debilidades de la economía paraguaya?
–La excesiva dependencia de las materias primas y de la coyuntura internacional, al comercio regional, con un comercio de reexportación. En estos treinta años, seguimos dependiendo de dos sectores: el sector agroindustrial, el cárnico y de granos, y el sector de electricidad son los pilares básicos de la economía paraguaya y las tres fuentes de exportación. Fuera de eso, las manufacturas son todavía incipientes, si bien van creciendo bastante rápido con todo el desarrollo de la maquila; para que la maquila tenga un desarrollo de largo plazo, tenemos que empezar a generar procesos de producción interna y adecuación de ese know how a otros sectores en los cuales se pueda utilizar la experiencia de las personas que están trabajando en el sector manufacturero. No utilizamos a la electricidad como una fuente dinamizadora de la economía. Son lecciones que no están aprendidas, seguimos con los mismos embates, mirando lo que va a pasar, pero sin esas medidas de largo plazo que nos permitan como país superar la situación, porque superar la situación también implica superar las inequidades al interior del país.
–¿En qué falla el Gobierno a la hora de dar un impulso a la economía y a la generación de un mayor crecimiento económico?
–Hay una incapacidad de completar planes, hay dificultad de culminar las tareas, empezamos algo, pero nunca terminamos, eso se ve mucho en las rutas. Tenemos una propensión a la improvisación y a las soluciones fáciles. Debemos trabajar en concretar planes. ¿Qué planes tenemos para el desarrollo urbano del sector transporte? El metrobús no fue, esa incapacidad tiene que ser una capacidad con estas medidas que está dando el Estado, de inyectar esos USD 1.500 millones. No están acorde con los tiempos, con la tecnología, con la rapidez con que deberíamos estar haciendo las cosas. Esa incapacidad de concretar los planes hace que los demás países no nos vean como serios a la hora de encarar proyectos regionales. La ferrovía transatlántica no va a pasar por Paraguay, por ejemplo. No es que no seamos capaces, no se trata de capacidad a nivel local, sino esa dificultad de concretar tareas porque queremos improvisar la solución. Dejamos de lado el largo plazo y la solución definitiva. El desarrollo no es solamente esa infraestructura, ese puente, sino es también calidad de vida; si no pensamos que el crecimiento o el desarrollo es calidad de vida, entonces estamos mirando mal y midiendo mal a la economía. La economía ya no es solamente un crecimiento de 4% o 5% y si el ingreso per cápita nos permite estar clasificados como país de altos o bajos ingresos, si la calidad de vida no es tal.
–¿Qué efectos tendrán las medidas de reactivación económica anunciadas días atrás por el Gobierno?
–El país está con un fuerte descreimiento de las medidas del Gobierno. Ante ese fuerte descreimiento, se tratan de establecer medidas de transparencia y queremos hacer que no existan dudas. En ese sentido, el Ministerio de Obras Públicas dice “si las licitaciones generan incertidumbre, ahora lo que voy a hacer es que los miembros del Comité de Licitación cambien y vayan rotando”. Al cambiar constantemente los miembros, creo que lo que vamos a hacer es generar más lentitud de los procesos, porque cada persona que participa tiene que volver a aprender y el proceso de aprendizaje es el que lleva tiempo. Si para cada proceso vamos a cambiar personas, entonces no estamos confiando en los procesos y no estamos construyendo institucionalidad. Me parece bien que queramos transparencia, ¿pero cómo generamos transparencia? El sistema tiene que ser transparente, independientemente de las personas. Quisiera ser optimista y decir que sí vamos a tener un buen segundo semestre, pero por el momento no veo esa señal que me indique que efectivamente se van a hacer los desembolsos; procesos licitatorios que no están culminados, que no están adjudicados, y las obras no empiezan. En el caso de que fueran licitadas, debería existir también una exigencia del Gobierno de que las obras se ejecuten con mayor celeridad. Va a ser bueno si terminamos las cosas y las hacemos rápido, culminar las obras para tener los recursos circulando en la economía.
–¿Qué necesita el país para lograr una mayor estabilidad en su crecimiento?
–Necesitamos diversificar la economía, que pasa por crecer tomando como base lo que tenemos. No vamos a ser de la noche a la mañana un país industrial, cuando no existe una trayectoria, logística, el conjunto de factores que requiere el desarrollo industrial. El desarrollo agroindustrial requiere un mejor sector público, porque para empezar a exportar y producir productos con mayor valor agregado, empezando por la carne, necesitamos instituciones públicas de calidad que certifiquen que la producción es tal. Necesitamos un Senave, un Senacsa, un INAN, todas aquellas instituciones que den apoyo a la producción, pero que no sea un apoyo solamente para la exportación, sino también para el consumo interno. Es tal el nivel de importación de bienes de consumo, es asombroso todo lo que importamos en bienes de consumo cuando lo podríamos estar produciendo internamente, siempre y cuando se establezca un buen sistema de comercialización: caminos, sistemas de refrigeración, mantenimiento de la cadena de frío, una cantidad de elementos que tienen que ver con un mejor servicio del sector público. También se requiere de un sector privado que esté dispuesto a invertir en esos sectores y a desarrollar, en cooperación con los otros sectores, la cadena de suministro de esos productos. Ese para mí es el mayor desafío: que el sector privado también tenga la eficiencia necesaria en distribuir productos paraguayos como lo hace con productos importados.