“Mientras estoy atravesando un momento de prueba, me uno a los tantos hermanos y hermanas enfermos: frágiles, en este momento, como yo”, escribe el jesuita argentino de 88 años, que se recupera en el Hospital Gemelli de Roma de una neumonía bilateral.
“Nuestro físico está débil, pero, incluso así, nada puede impedirnos amar, rezar, entregarnos, estar los unos para los otros”, agrega el Pontífice, que, desde su hospitalización el 14 de febrero, no apareció en público ni difundió imágenes suyas.
El último parte médico, difundido la noche del sábado último por la Santa Sede, indicó que su estado de salud se mantenía “estable”, pero que necesitaba aún continuar con su terapia en el hospital, pese a su “mejora gradual”.
Como muestra de esta mejoría, Jorge Bergoglio reduce “progresivamente” el uso de una mascarilla de oxígeno por la noche, en beneficio de una cánula nasal de alto flujo, que ya usa de día y que obliga a los pulmones a estar más activos.
Desde su última fuerte recaída, registrada el 3 de marzo, su estado mejoró gradualmente y el lunes su pronóstico dejó de ser reservado, pero los médicos todavía no se pronunciaron sobre una fecha de alta. El Vaticano apunta a una recuperación lenta.
Primera imagen. El Vaticano difundió ayer la primera imagen del papa Francisco desde su hospitalización hace 31 días por problemas respiratorios, en la que se ve al Pontífice. “Esta mañana, el papa Francisco ha concelebrado la santa misa en la capilla del apartamento de la décima planta del policlínico Gemelli”, donde se encuentra ingresado desde el 14 de febrero, explicó la Santa Sede.
La imagen muestra al jesuita argentino sentado y un poco cabizbajo ante el altar de su capilla privada. El Pontífice de 88 años aparece solo y sin portar una cánula nasal de alto flujo, que usa durante el día en el hospital para ayudarle a respirar. Hasta ahora, el único mensaje directo de Francisco, que todavía no ha aparecido en público, fue un corto audio difundido el 6 de marzo en el que, con voz cansada y respiración entrecortada, daba las “gracias” a los fieles por sus oraciones.
Tango y oración. ”Con este tango, le tienen que dar el alta”, aseguró a AFP con una sonrisa Daiana Guspero, una bailarina profesional nacida hace 38 años en Buenos Aires. La mujer convocó por las redes sociales una “oración en movimiento” por el nativo del barrio porteño de Flores.
Al son del bandoneón y pese a la fría tarde de invierno, catorce parejas bailaron a la entrada del hospital, portando tacones altos, algunas rosas rojas e incluso una remera de la selección argentina de fútbol con el número 10 de Messi.
“Quiero que le llegue la energía nuestra, el amor nuestro por el tango y por un Papa argentino. Yo creo que le va a llegar la energía linda”, agregó Guspero.
Esta hospitalización es la cuarta y más larga en sus 12 años de pontificado y genera preocupación sobre la continuidad del Santo Padre de los católicos, que en los últimos tiempos rechazó renunciar como su predecesor Benedicto XVI en 2013.
El martes pasado, Francisco relanzó además su gran proyecto de reformas sobre el futuro de la Iglesia, que busca una mayor descentralización y participación de laicos, y se proyectó incluso hasta octubre de 2028, cuando se prevé la asamblea final.