Al recordar el inicio del Concilio Vaticano II hace 60 años, Francisco dijo durante una misa de canonización en la Plaza de San Pedro que “no debemos olvidar el peligro de la guerra nuclear que amenazó al mundo en ese tiempo”.
“¿Por qué no aprendemos de la historia? En esos tiempos hubo conflictos y tensiones, pero se eligió el camino de la paz”, señaló el pontífice de 85 años.
El Vaticano pronunció estas palabras ante unos 50.000 fieles que asistieron el domingo a la misa de canonización de Giovanni Battista Scalabrini y Artemide Zatti.
TERRORISMO. El presidente ruso, Vladimir Putin, quien en reiteradas ocasiones amenazó con recurrir al potencial nuclear de su país, acusó el domingo a los servicios secretos ucranianos de haber provocado la potente explosión que el sábado destruyó parcialmente el estratégico puente de Crimea y calificó el incidente de “acto terrorista”.
Tras la explosión en el puente que conecta Rusia con la península, anexionada en 2014, Moscú llevó a cabo por la noche bombardeos contra la ciudad ucraniana de Zaporiyia, matando al menos a 12 personas.
“Los autores, los ejecutores y los patrocinadores son los servicios secretos ucranianos”, declaró Putin en referencia a la explosión del puente, durante una reunión con el jefe del Comité de Investigación ruso, según un video difundido por el Kremlin.
“No cabe duda de que se trata de un acto terrorista para destruir una infraestructura civil rusa que reviste una importancia decisiva”, agregó Putin en su primera reacción tras el incidente.
El Kremlin anunció que el presidente ruso convocó al Consejo de Seguridad para hoy, lunes.
Previamente, las autoridades rusas habían atribuido la explosión a un camión bomba cuyo propietario era un residente de la región de Krasnodar, en el sur de Rusia.
El ejército ucraniano y los servicios especiales de Kiev (SBU) no han confirmado ni negado su implicación en la explosión, y el presidente Volodimir Zelenski se limitó a bromear en un video diciendo que el sábado estuvo “nublado” en Crimea, una probable referencia al humo del incendio.
Anteriormente, Kiev amenazó en varias ocasiones con bombardear este puente que también sirve para el suministro de sus tropas en Ucrania.
BOMBARDEO EN ZAPORIYIA. Por otro lado, Zelenski tachó a los militares rusos de “terroristas” tras unos bombardeos perpetrados contra edificios residenciales en Zaporiyia (sur) que mataron a entre 12 y 17 personas, según distintos balances.
Zaporiyia ha sufrido varios ataques en las últimas semanas. El jueves, siete misiles rusos impactaron sobre el centro de la urbe y dejaron 17 muertos. “No tiene sentido. Pura maldad. Terroristas y salvajes. Desde el que dio la orden hasta el que la ejecutó. Todos tienen una responsabilidad. Ante la ley y ante el pueblo”, escribió el presidente ucraniano en Telegram.
El ataque más reciente “destruyó apartamentos privados, donde gente vivía y dormía sin atacar a nadie”, añadió Zelenski. La Fuerza Aérea ucraniana dijo que se utilizaron cuatro misiles de crucero. El ejército ruso señaló que llevó a cabo ataques con “armas de alta precisión” contra unidades de “mercenarios extranjeros” cerca de Zaporiyia.
La ciudad de Zaporiyia se sitúa en la región homónima donde se encuentra la planta nuclear tomada por los rusos y que se ha visto amenazada por los continuos combates a su alrededor.
La central, la mayor de Europa, llegó a perder su última fuente externa de electricidad a causa de los ataques y tuvo que funcionar con generadores de emergencia hasta este domingo, cuando fue conectada de nuevo a la red eléctrica, informó el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Central peligra por bombardeos
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha denunciado el domingo que los bombardeos rusos sobre la ciudad ucraniana de Zaporiyia podrían afectar a la cercana central nuclear del mismo nombre. “Casi todos los días hay bombardeos en la región donde se encuentra la central nuclear de Zaporiyia y donde viven los trabajadores de la central y sus familias”. Los bombardeos deben cesar inmediatamente, denunció el director del OIEA, Rafael Grossi.