24 nov. 2024

El Paraguay de 100 habitantes

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El Paraguay es un país cuyos habitantes no saben exactamente cuántos son. Creían que eran poco más de siete millones y luego del último censo aparecen solo seis. Por lo tanto, a lo Paraguay, más o menos lento, supongamos que son cien habitantes. Para entender a este singular país, trabajemos sobre esta cifra, 100 habitantes.

EDAD Y GEOGRAFÍA. Luego, podemos decir que 50 son mujeres y 50 son varones. De los 100 habitantes del país, 24 tienen menos de 15 años, 67 tienen entre 15 a 64 años y 9 tienen más de 65 años, adultos mayores. De los 100 habitantes, 97 viven en la Región Oriental del país ocupando el 40% del territorio nacional. Luego, solo 3 seres humanos viven en la Región Occidental, en el 60% de la geografía. Tienen dos partes 40 vs. 60 por ciento cada una, pero decidieron vivir todos juntos y desordenados en la menor de ellas.

Desde 1991 en adelante, hay más gente urbana en el país, por sobre la rural. Hoy, 2024, de los 100 habitantes del Paraguay, 67 viven en ciudades y 33 viven en campos, bosques y montañas. Pero, recordemos, desde hace 33 años más de la mitad de los seres humanos que habitan la tierra paraguaya conviven en aglomerados urbanos: asentamientos precarios y barrios de ciudades del país. También en ciudades de España y Buenos Aires, al fin salieron de la capuera, pero esos no cuentan para la política paraguaya, aunque cuentan y mucho en las compañías del interior y barrios populares a la hora de recibir los 621 millones de dólares que en el año pasado vino de las remeseras y los remeseros. Mandan más plata que los 535 millones de dólares de Itaipú del 2023. Pensándolo bien el total de los habitantes del Paraguay debíamos ser 108 (en el siglo pasado este número era algo malo, hoy ya no) así que somos solo 100 habitantes, porque (-) menos 8 individuos es la suma algebraica en últimos años entre los que se fueron y los que inmigraron al país.

CALIDAD DE VIDA. Según el Banco Mundial, 79 de los 100 habitantes, del único país cuyo nombre habla del agua, Para-gua-y, no tienen agua cien por ciento potable para beber. Dicen que de las 100 casas, casitas y palacios que poseen los habitantes del Paraguay solo 14 tienen redes cloacales. En las restantes 76, la gente hace sus necesidades y las disponen donde sea, en pozos ciegos precarios que contaminan las aguas subterráneas o tiran directamente sin tratar a los ríos y arroyos. Puercos totales. Otro dato. Si cada habitante produce 1 litro de residuos líquidos, de cada 100 litros de cloaca y aguas residuales que producen los 100 habitantes, y que no penetran la tierra contaminando las napas freáticas y etcéteras, solo 4 litros de excrementos es tratado. Aclarando, los otros 96 litros, que no contaminan lo subterráneo, van directamente al lago de Ypacaraí, al acuífero Guaraní y a otros templos naturales de los que se ufanan, ríos y arroyos del hermoso Paraguay. Cada habitante produce 1 kilo de basura día, es el estándar dicen los expertos, es decir, 100 kilos diarios. Ni me pregunten cuántos kilos retiran los intendentes. Vivimos entre basuras. Vomitaríamos.

De 100 habitantes, 26 están empobrecidos. De esos 26, 13 son hambrientos. Y 77 no hacen nada viéndolos a los 13 que se mueren de hambre porque no tienen qué comer. Los 77 quizá ni están enterados de cómo viven esos coterráneos. En un supuesto absurdo, esos 13 pueden llenar 40 estadios Defensores del Chaco alentando a la Albirroja y haciendo hurras al Partido Colorado, pero desnutridos.

Los que viven en el país trabajan, estando en condiciones. Bueno hay algunos paraguayos que tienen empleos en el Estado, pero no trabajan. De los 50 de los 100 que trabajan, porque están en edad para eso, 35 son esclavos. Son los que no reciben ni el salario mínimo y ni tienen el seguro del IPS para su salud y jubilación. Son 35 de los 100 habitantes del Paraguay que, trabajando todos los días, tendrán un futuro empobrecido, de ancianos quizá enfermos y dependientes; es decir, de los 100 seres humanos que habitan el Paraguay 35 ya saben qué les espera, un futuro deprimente. Solo 20 de los 100 habitantes están cubiertos por el seguro social. El resto, a lo que Dios es grande. Y el sistema previsional del país está quebrado, no funciona, es asaltado por sus administradores permanentemente, y pocos son los que aportan.

Solo 28 de los 100 habitantes del país tienen cobertura de algún tipo de sistema de salud. Es un país de enfermos. Los gastos catastróficos de salud inciden en 19 habitantes; todos estos son pobres.

RIQUEZA. En Paraguay los 20 más ricos se quedan con el 51 por ciento de los ingresos acumulados. Tienen más de la mitad de toda la riqueza. Más de la mitad. Y los 20 más pobres se quedan apenas con el 5 por ciento de todos los ingresos.

El resto, los 60 del medio, se pelean por apenas 44% de los ingresos. Le llaman clase media, están en Informconf, juegan pádel y andan a los tumbos. Si los ingresos medidos en el PIB fueran 1.000 dólares, en teoría, el ingreso per cápita sería de 10 dólares para cada uno. Pero no. La realidad desigual nos muestra que 20 que son los más ricos acumulan 510 dólares, se reparten 25,5 dólares cada uno; 20 de los más pobres, que acumulan en ingresos solo 50 dólares, se reparten migajas de 2,5 dólares para cada uno; y los 60 que restan, que acumulan 440 dólares, deben conformarse con 7,3 dólares cada uno. Estamos en modo metáfora.

El país es una nación muy desigual. Pocos viven bien y muchos viven mal. La ANDE corrige esos desequilibrios. Sus cortes de luz torturan a todas las clases sociales. Somos un país que tiene dos grandes hidroeléctricas, pero que es campeón en cantidad y duración de interrupciones del suministro de energía en toda América Latina. Si hay un único consenso nacional, los 100 habitantes del Paraguay están podridos de la ANDE. Incluso lo dijo en la semana pasada el mismo presidente Peña, que él también está insatisfecho consigo mismo, gracias a la ANDE y a la Essap. Es algo bueno.

CONCLUSIÓN. Finalmente, según Latinobarómetro, 90 de los 100 habitantes del país no confían en el vecino, en el otro. Si hiciéramos 10 rondas de 10, para tomar tereré, 9 de cada 10 estarían procurando joderle al de al lado. Solo uno será un tipo que confía y confiable. Luego, 95 de los 100 no confían en quien los gobierna, aunque igual los votan.

En el Paraguay hay democracia desde 1989 hasta nuestros días. No todos votan. Pero, en ese periodo, de los que votaron y representan a 47 de los 100, estos pierden en la votación, pero ganan en la elección. Y los que representan a 53 de los 100 del Paraguay, aunque sean la mayoría de los votos, siempre pierden en la elección. Hay un sistema que los revienta. Los primeros se presentan unidos bajo el abrazo republicano apoyando a un solo candidato, y los segundos se presentan desunidos con dos o más candidatos. Gana la mayoría simple.

Es un país raro. En Mocito Isla, dentro de mi valle Carapeguá, se representa a todo el Paraguay. No olviden, somos apenas 100, y de cada 10 de los que somos, 9 le quieren engañar al otro. En la isla citada viven solo dos familias que ofrecen servicios de canoa y visita al lugar, inicios del lago Ypoá. Ambas no se entienden, se odian entre sí y se pelean por los pocos turistas que visitan la zona. En vez de hacer un arreglo donde primero va la canoa de la familia 1 y luego va la de la familia 2 –a buscar a los clientes, ya que tienen el monopolio–, ambas se matan entre sí y nadie sale ganando. Se parece al Paraguay en general y a la oposición paraguaya en particular.

En el 2023 se hizo la última elección. Del Paraguay de los 100, 24 le votaron a Payo, 29 le votaron a Efraín, 2 le votaron a Euclides y 45 le votaron a Peña. Ganó HC, que ni era candidato. Plop. Es lo que hay. Saludos cordiales.

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Laura Ruiz Díaz – laura.ruizdiaz.txt@gmail.com