La crisis interna en el PSL, el partido del mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, ganó ayer un nuevo capítulo después de que el presidente de la formación fuera objeto de una investigación policial por el supuesto uso de candidaturas fantasma durante las elecciones del año pasado.
Agentes de la Policía Federal de Brasil registraron ayer 9 inmuebles vinculados al diputado federal Luciano Bivar, presidente del Partido Social Liberal (PSL), al que Bolsonaro se afilió a principios de 2018 y que le llevó al poder en los comicios de ese año.
Los registros, autorizados por un tribunal electoral, se llevaron a cabo en el estado de Pernambuco, y entre los objetivos del operativo figuran una residencia de Bivar, la sede del partido en ese estado y una gráfica, donde confiscaron documentación, ordenadores, celulares y memorias USB.
FONDO PARTIDARIO. Las autoridades investigan si hubo fraude del PSL en el empleo de los recursos del llamado fondo partidario, constituido con dinero público y destinado a financiar campañas políticas, que estaban reservados para candidaturas de mujeres.
El PSL era una plataforma minúscula, pero irrumpió con fuerza en las elecciones de 2018 alentado por Bolsonaro y ahora cuenta con 53 de los 513 diputados, siendo el segundo mayor grupo en la Cámara Baja, por detrás del Partido de los Trabajadores (PT), que tiene 54 escaños. En el partido también militan dos hijos de Bolsonaro: Eduardo, quien fue el diputado más votado de Brasil, y el senador Flavio.
Este último fue investigado por movimientos financieros atípicos y uso de funcionarios fantasma en su etapa como diputado de Río de Janeiro, aunque las pesquisas fueron suspendidas por orden de la Corte Suprema.
Las sospechas no cesan en torno al PSL, pues por un caso similar al de Bivar, este mes, la Fiscalía denunció formalmente al actual ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antonio, el único miembro del PSL en el Gobierno.
El Ministerio Público le acusa de promover candidatos fantasma en el estado de Minas Gerais con la intención de aumentar los recursos del fondo partidario.
Por el momento, Bolsonaro mantiene en el cargo a su ministro, aunque ha abierto la puerta a un posible destitución en caso de que los tribunales acepten los cargos. Bolsonaro evidenció las fricciones existentes con el PSL, cuando días atrás recomendó a un seguidor suyo que olvidara a ese partido político y también al diputado Bivar porque, según afirmó, están muy quemados. Los escándalos en el seno el PSL minarían aún más la popularidad de Bolsonaro.