El imputado comunicador se presentó en el Palacio de Justicia junto con su abogado Álvaro Arias. Inmediatamente, agentes policiales lo detuvieron y lo llevaron al retén, teniendo en cuenta que estaba con orden de detención fiscal desde el 26 de agosto pasado.
Después fue llevado ante el juez López. En la diligencia, solo estuvo presente el abogado de la querella adhesiva, a más del procesado y su abogado defensor.
Arias solicitó la aplicación del arresto domiciliario. Citó su trayectoria como periodista, su familia, y ofreció como caución real el inmueble de los padres de Granada, valuado en G. 635.905.000.
Incluso, citó el caso de Arturo Grau, imputado por coacción sexual, quien tuvo arresto domiciliario por parte del juez López.
La querella, por su parte, requirió la prisión preventiva teniendo en cuenta que no se contaba con un domicilio determinado, desde hace tres meses que el periodista está prófugo, a más de la gravedad de los hechos punibles.
El magistrado, al analizar los hechos, refirió que los hechos investigados eran graves, entre ellos, el cargo de coacción sexual y violación, con pena de 6 meses a 10 años de cárcel, y los testimonios de seis víctimas.
Además, el juez señaló que se podía indicar que había peligro de fuga, ya que no se presentó ante la orden de detención fiscal por casi tres meses. Finalmente, con respecto al caso de Arturo Grau, el juez manifestó que no eran comparables, ya que a Granada lo denunciaron seis personas.
Con ello, finalmente, decretó la prisión preventiva del encausado en el penal de Tacumbú, o en cualquier establecimiento adecuado, en libre comunicación y a disposición del Juzgado.