El religioso contó que en el año 2011 se trasladó a Asunción y que su mascota Rocco se quedó a vivir en la casa de retiro de Marianela, en la ciudad de Atyrá, en el Departamento de Cordillera.
A meses de haber partido, recibió una llamada desde Atyrá para comunicarle que su fiel amigo tuvo un sangrado de hocico.
Sin pensarlo dos veces, emprendió viaje y fue a ver a su mascota para lllevarla hasta la veterinaria, en donde le diagnosticaron leishmaniasis. El perro tenía tan solo cuatro años.
"Él (Rocco) necesitaba un remedio llamado Glucantime, tenía que necesitar 30 ampollas y el veterinario me dijo que solamente en el exterior se pueden conseguir las ampollas”, contó.
El padre comenzó a buscar por todas partes dicho medicamento y fue así que un día encontró una familia de buen corazón que le regaló cinco ampollas que le sobraron.
Posteriormente, una amiga le consiguió 10 ampollas más y así, con la ayuda solidaria, logró juntar 15 ampollas para que Rocco iniciara su tratamiento contra la enfermedad.
“Mi oración a Chiquitunga era que por favor yo consiga la medicación para que pueda terminar el proceso, porque necesitaba todavía 15 ampollas más. Le pedía continuamente que me consiga todos los remedios que me faltaba”, relató.
Manifestó que pasaron los días y una amiga veterinaria le consiguió primeramente cinco ampollas y luego le dio otras 10 ampollas, completando así su tratamiento con las 30 ampollas que necesitaba.
“Ahí quedé tranquilo, le agradecí, porque ya tenía la primera parte de su tratamiento, que le salvaba la vida, por eso siempre estoy grato a ella. Él tenía que haber fallecido en el 2011", relató.
Dijo que en aquel tiempo la Facultad veterinaria recomendaba “hacer dormir” a todos los animales que tenían leishmaniasis.
“Estos veterinarios, que son amigos míos, resolvieron mantenerlo vivo, fuerte, sano, y eso le salvó. Ahora está cumpliendo ya 11 años de vida. Chiquitunga intercedió para conseguir el medicamento”, fueron las palabras del padre Genaro al contar la historia de Rocco este jueves en el ex Seminario Metropolitano de Asunción.
Finalmente, contó emocionado que cada vez que un sacerdote amigo viajaba a Europa le traía el medicamento y actualmente Rocco ya tiene provisión de ampollas para dos años más.
Desde aquella vez, el sacerdote tiene una fe inmensa en María Felicia Guggiari Echeverría, más conocida como Chiquitunga, quien este sábado en horas de la tarde será beatificada, en el estadio Pablo Rojas, del Club Cerro Porteño, por disposición del papa Francisco.
Cientos de milagros son atribuidos por los fieles a la intercesión de Chiquitunga y uno de ellos –de momento– fue reconocido por la Iglesia católica. La mujer podría convertirse próximamente en la primera santa paraguaya.