Una de las actividades anuales que une a la familia Sabaté, ya en su tercera generación, es el montaje del pesebre que inicia a mediados de noviembre, según comenta Esteban, quien con sus hijos trabaja en cada detalle.
“Cada año agregamos un juguete que se mueve con el agua, este 2015 será un sembrador”, explica.
Cada miembro de la familia tiene una función que cumplir en el montaje del pesebre hidráulico. Uno se encarga de limpiar las cañerías, otro de la jardinería, otro de la decoración y, de esta manera, todos colaboran para que el 22 de diciembre esté listo para recibir a las visitas.
Si bien no son cuantificadas las personas que ingresan cada año a la residencia para ver esta verdadera obra de arte, calculan que unas 15.000 a 20.000 personas la visitan entre el 22 y el 30 de diciembre, fecha en que está habilitado el pesebre desde las 18.00.
La casa familiar está ubicada en el barrio Bella Vista de Luque, sobre las calles Yrendaguá y Benigno González, en las inmediaciones de la vía del tren.
En medio de una gran vegetación y una ornamentación que lleva meses de cuidado, luego de pasar por un extenso caminero rodeado de plantas de mango se accede al pesebre, que desde varios metros emana su aroma a flor de coco.