El Día Internacional del Trabajo, festivo en muchos países (con excepciones como Estados Unidos, Canadá o Australia), transcurrió sin concentraciones, por primera vez en la historia de los sindicatos, que llamaron a otras formas de movilización, en los balcones o en las redes sociales.
Como en Indonesia, donde la principal confederación desplegó pancartas en 200 ciudades e invitó a “manifestarse desde casa”, o en Zaragoza (España), donde los ciudadanos se manifestaron desde el coche, sacando banderines y pancartas por la ventanilla.
La principal reivindicación es que se garanticen los salarios, pues, al igual que en el resto del mundo, la pandemia obligó a innumerables empresas a reducir o suspender su actividad.
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Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al menos 1.600 millones de personas podrían perder sus empleos debido al confinamiento y a la consecuente recesión histórica.
Por su parte, Unicef advirtió que decenas de países corren el riesgo de carecer de vacunas contra el sarampión por las restricciones en el transporte aéreo.
Estados Unidos, país más afectado con casi 63.000 fallecidos, registró más de 30 millones de solicitudes de ayudas por desempleo desde mediados de marzo, un récord. Boeing, golpeado por el cese de los viajes internacionales, anunció el lanzamiento de una oferta de bonos de USD 25.000 millones.
En Europa, el gigante de los vuelos a bajo coste, Ryanair, anunció la supresión de 3.000 empleos.
Aranceles a China
La letanía de cifras económicas negativas continuó el viernes. España, uno de los países más golpeados por la pandemia en Europa, anunció un desplome del 9,2% de su PIB este año. La actividad cayó un 3,8% en la zona euro en el primer trimestre y un 4,8% en ritmo anual en Estados Unidos. Y el segundo trimestre se anuncia aún peor.
En este contexto, Donald Trump, anunció el jueves que contempla imponer aranceles aduaneros contra Pekín, porque dice estar seguro de que el nuevo coronavirus proviene de un laboratorio de Wuhan, ciudad china donde brotó la pandemia a finales de 2019.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), criticada por el presidente estadounidense por su gestión durante la pandemia, anunció el viernes que quería investigar los orígenes del virus y pidió a China que le “invite” con este fin.
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El organismo de la ONU, que hasta ahora elogió la gestión de China en la crisis, explicó que “estimaba que un cierto número de estudios que desean entender mejor el origen de la epidemia en China estaban previstos o en marcha”.
Pero, “la OMS no participa actualmente en estos estudios en China”, lamentó el portavoz.
La pandemia dejó casi 235.000 muertos en el mundo y más de 3,2 millones de contagios, según un balance establecido por AFP este viernes a partir de fuentes oficiales.
El país con mayor número de víctimas mortales es Estados Unidos, con unos 63.000 (más de 1 millón de casos). Le siguen Italia, con más de 28.000 muertos y unos 205.400 casos; Reino Unido, con más de 27.500 muertos (unos 171.200 casos); España, con unos 24.800 fallecidos (cerca de 215.200 casos), y Francia, que supera los 24.500 muertos (unos 167.100 casos).
Multimillonarios un 10% más ricos
El confinamiento no afecta por igual a ricos y pobres: entre el 18 de marzo y el 10 de abril, la fortuna de los multimillonarios estadounidenses aumentó cerca de un 10%, es decir, USD 282.000 millones, sobre todo, gracias a las ganancias en bolsa de empresas tecnológicas, según un estudio estadounidense.
En Europa, continente que ha pagado el precio humano más alto con más de 140.000 fallecidos, el Banco Central Europeo (BCE) afirma estar “preparado” para reforzar su arsenal de apoyo a la economía.
En el Reino Unido, se alcanzó el pico de la pandemia, según el primer ministro, Boris Johnson, que prometió desvelar un plan de desconfinamiento la próxima semana.
Basándose en su éxito en la lucha contra la pandemia, Alemania adoptó nuevas medidas para el desconfinamiento, con la reapertura de lugares de culto, museos y zoos. Pero los cafés y restaurantes seguirán cerrados hasta al menos el 6 de mayo, y la canciller Ángela Merkel descartó, por el momento, una apertura de las fronteras, dado el riesgo de una segunda ola.
Los “invisibles de nuestra sociedad”
En América Latina, donde la pandemia ya provocó más de 11.000 muertes y 215.000 contagios, según las cifras oficiales, varios países contemplan también levantar algunas restricciones.
Pero, “una flexibilización inmediata de las medidas podría ser desastrosa”, alertó Marcos Espinal, director del departamento de enfermedades contagiosas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Mientras, en Cuba, deportistas y músicos se entrenan en los tejados de sus casas, como William Roblejo, un violinista de 35 años. “Estoy muy feliz, fui encerrado durante 20 o 25 días”, cuenta en La Habana.
Y en Bolivia, donde se flexibilizará la cuarentena a partir del 11 de mayo, una protesta con caceroladas rompió el silencio el jueves por la noche en las ciudades de El Alto y La Paz, en protesta por la realización de elecciones generales en un plazo de 90 días en plena pandemia.
En Brasil, el confinamiento fue prolongado en Río de Janeiro hasta el 11 de mayo, una decisión tomada en contra de la opinión del presidente Jair Bolsonaro, quien defiende la reanudación de la actividad económica a toda costa.
India lo prolongó hasta el 18 de mayo, aunque lo alivió en las provincias con menor tasa de contagios.
En Japón, el estado de emergencia sanitaria se extenderá más allá del 6 de mayo.
Irlanda también prolongó el confinamiento hasta el 18 de mayo y las escuelas no reanudarán sus actividades hasta setiembre.
En tanto, China reabrió este viernes la Ciudad Prohibida de la capital en el primero de los cinco días de vacaciones con motivo del 1 de mayo, pero el emblemático lugar turístico no recibió muchos visitantes, debido a las medidas de distanciamiento y a la prudencia de los ciudadanos.
En Francia, donde la tradición del Primero de Mayo es especialmente importante, los sindicatos dedicaron la jornada a los “invisibles de nuestra sociedad”, sanitarios o cajeros, que “siguen trabajando a menudo, arriesgando sus vidas”.
En La Habana, la emblemática Plaza de la Revolución, por la que desfilan cada año en esta fecha cerca de 1 millón de personas, según estimaciones oficiales, estaba este viernes desierta.