Patricia Martín es una periodista procedente de Uruguay que días pasados arribó a Paraguay. Ingresó al país como turista, pero en realidad tenía otro objetivo: entrevistar al presunto capo narco más buscado de la región, su compatriota Sebastián Marset.
Este decidió romper el silencio desde la clandestinidad y se desvinculó de varios hechos que se le atribuyen en el operativo A Ultranza PY, aunque reconoció que sí vende drogas.
Si bien la mujer asegura que la entrevista se realizó ya hace alrededor de dos semanas, la publicación se realizó recién este último domingo a través de Santo y Seña, el programa que conduce y que es transmitido por el Canal 4 de Uruguay.
Ahora bien, ¿cómo se dio el contacto entre ambos?, es la pregunta que surge tras esto. Según relató, todo comenzó con mensajes que la periodista le fue haciendo llegar a través de varios canales, ya que afirma que sabía que había gente que tenía contacto con él.
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Tras insistir y lograr una primera comunicación telefónica el pasado viernes 3 de noviembre, donde mantuvieron una conversación que la periodista calificó de “amena”, Marset se volvió a contactar el pasado 5 de noviembre, a lo que ella le sugirió que “lo mejor era una entrevista personal”.
“Me dijo que lo iba a pensar. El lunes 6 respondió que accedía a contestar, pero mediante videos. El martes vuelvo a hablar con él y para mi sorpresa me preguntó si me animaba a hacer una nota personal. Le dije que agradecía la confianza. Si él me daba la tranquilidad de que no me iba a pasar nada, no tenía problema en ir”, prosiguió.
Tres condicionamientos
Ante la propuesta del narcotraficante confeso, la profesional ―asegura― le puso tres condiciones para acceder a viajar y darle la entrevista. Lo primero, viajar con el abogado de Marset de Uruguay, Santiago Moratorio, lo que se le concedió.
Lo segundo fue que, al llegar hasta él, le permita avisar a sus allegados que estaba bien, mientras que la última condición fue que la periodista pueda hacerle las preguntas que quisiera.
“La condición que él puso es que viaje ella sola. El jueves me iba a tomar un avión del aeropuerto de Carrasco, en Uruguay, hacia Paraguay, pero no sabía más. Viajo con Santiago Moratorio. Me preguntó qué necesitaba. Le pedí dos celulares y un task cam. En una hora me mandó una foto si era task cam, ya lo consiguió”, siguió relatando.
La llegada a Paraguay
Al llegar a suelo guaraní, con Moratorio tomaron un taxi hasta una camioneta, donde había algunas personas que aparentemente trabajaban para el prófugo. Estas los llevaron hasta un lugar alejado, donde pusieron los celulares en modo avión y tuvieron que cambiar las valijas por otras nuevas.
“Cuando le doy el celular, le digo que tenía mi vida profesional acá, me dice la persona: ‘El patrón me encomendó personalmente tu celular’. Se lo dí y me pasaron un detector de metales. Eso me puso nerviosa porque en ese momento me preguntan si teníamos un chip o rastreador. Frente a la cara no muy amistosa que me preguntaba eso, le digo ‘el aparato que me estás pasando funciona bien, porque no tengo nada’. Me quedé tranquila que no tenía micrófono ni nada”, sostuvo.
En el trayecto, los desconocidos indicaron que les iban a llevar para tomar un helicóptero, pero repentinamente alguien llamó y les dijo que, a causa de las condiciones climáticas, el vuelo no podría partir. Ante esto, les ordenaron quedarse a dormir en una casa para esperar hasta el siguiente.
“Sentí un poco de inseguridad porque en realidad estás a ciegas. Ahí él (Marset) hace una videollamada. Me dijo ‘estás con mi gente’, porque yo realmente no sabía, me enteré lo del helicóptero, y que al otro día sin falta íbamos a salir. Me dijeron que no podía avisar. Dormí en una casa, no sé de quién, ni si era alquilada”, resaltó Patricia Martín.
Para el día siguiente, finalmente pudieron despegar en un primer helicóptero que ―dijo― fue un vuelo de más de una hora. Resaltó que, a pedido de Marset, no la encapucharon, aunque sí le solicitaron cumplir con algunas medidas.
Afirma que había uniformados
La periodista uruguaya manifestó que luego del primer aterrizaje, cuyo lugar calificó como “medio selvático”, bajaron y fueron llevados por otra camioneta de alta gama hasta un segundo helicóptero, que los trasladó hasta una última parada. Al bajar nuevamente, le pidieron que mire hacia el suelo y los llevaron hasta otra camioneta.
“Por el rabillo del ojo vi que había gente armada, como mínimo diez personas. Lo que me llamó la atención es que había gente uniformada, no sé si eran policías o militares, no había solamente seguridad de civil, pero podían estar disfrazados. Ahí sí nos subieron a una camioneta lujosa hasta la casa de Marset”, destacó.
Una vez que llegaron hasta el sitio donde estaba el presunto narco, fue Marset mismo quien les abrió la puerta y los recibió, junto con su esposa, Gianina Marset, además de sus cuatro hijos. Acotó que se trataba de una mansión, pero que no se encontraba en la ciudad, ya que era una zona descampada. “No sé si es un country o campo, no lo veías al vecino de al lado”, afirmó.
Cuando ya estaban adentro, señala que le pidió a Marset avisar a su familia que había llegado, a lo que él respondió que podría hacerlo después de almorzar. En ese momento, se ubicaron en una mesa que estaba preparada e incluso había un chef, quien les explicó que los platos eran langostas, paella y mejillones.
Indicó que, si bien no recorrió la mansión, pudo observar que cuenta con varios dormitorios, el living es muy amplio, tiene una zona de parrilla, piscina y mesa de pool.
Hasta ese momento, Patricia Martín seguía incomunicada, mientras él aparentemente notaba que ella estaba nerviosa, tras lo cual le concedió realizar la llamada a su familia. Dijo que tuvo que hacerlo desde afuera de la casa, mediante una aplicación “especial” y que fue la única comunicación que le permitió realizar.
La comunicadora indicó que la entrevista estaba marcada para el viernes 10 de noviembre en la noche, ya que los niños ―de cerca de 3, 5, 6 y 9 años― estarían dormidos, además de que la idea era que no se vea el exterior, ya que la casa tenía ventanales muy grandes. Sin embargo, ese primer intento de entrevista fue abortado por la seguridad de Marset porque la ubicación de las tomas mostraban muchos detalles de la vivienda.
“El jefe de seguridad me dice que de ninguna manera, dio a entender que la casa fue alquilada por personas famosas y podía ser reconocida. Estaba preocupado por eso. Llevaba tres preguntas cuando cortó la entrevista. Marset hubiese sido más sincero si él no estaba”, acotó.
Seguidamente, como ya era muy tarde, la entrevista no se pudo terminar, por lo que pasó finalmente para el sábado, siempre según su relato.
“No era un ambiente de violencia”
A lo largo de su narración, la periodista uruguaya resaltó en un par de ocasiones que Sebastián Marset se mostró en todo momento como “muy de familia” y que no se percibía un ambiente de violencia. Afirmó que incluso se sintió bien en el lugar y que no tuvo miedo.
“Lo primero que me generaron a golpe de vista tanto Marset como Gianina fuen que son jóvenes uruguayos. (...) Una vez que llegamos a la casa, nunca vi armas ni drogas; los cuatro hijos y ella ahí. Las personas ahí evidentemente trabajaban para él, le decían patrón y jefe, no tenían relación con nosotros ni el abogado, pero tenían una relación de confianza”, expuso.
“Me sentí bien, tuve más miedo estando una o dos horas con algunos presos dentro de la cárcel que el tiempo que estuve con Sebastián Marset. No era un ambiente de violencia. Sin duda fue un ambiente difícil, es un narcotraficante que es peligroso. Pero miedo no tuve”, acotó.
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Martín dio a conocer imágenes que incautó la policía de Bolivia en un pendrive y que incluso habían sido publicadas en los medios de comunicación. Son relacionadas con una fiesta de cumpleaños de Marset que se realizó en el 2020 en Paraguay, donde hubo artistas uruguayos.
Al respecto, dijo que, teniendo en cuenta su pasión por la música, la periodista señaló que el prófugo seleccionó un par de canciones “que lo identificaban” y que se pasaron durante la entrevista. “Presten atención a las letras”, sugirió la comunicadora hacia el final de su relato.
Paraguay busca establecer ruta de Martín
Tras darse a conocer la entrevista con el medio uruguayo, autoridades de Paraguay aseguraron a través de medios de comunicación que se busca establecer la ruta utilizada por la comunicadora y los lugares en que estuvo durante su estadía.
Pese a que aclararon que la periodista tiene todas las garantías y la libertad de circular por el país, rastrear dicha ruta podrá ayudar a establecer dónde se encontraba el presunto narcotraficante, quien desde la clandestinidad se desvinculó del asesinato del fiscal Marcelo Pecci y aseguró que no existen pruebas en su contra en el operativo A Ultranza.
Carlos Benítez, comandante de la Policía Nacional, conversó este lunes con radio Monumental 1080 AM y habló sobre el paradero del narcotraficante uruguayo. Sostuvo que por ahora no tienen una información puntual al respecto, pero que una de las hipótesis que se manejan es que sí estaría por Paraguay.
¿Quién es Patricia Martín?
Según la describen medios internacionales, Patricia Martín estudió Ingeniería de Alimentos por tres años, hasta que finalmente se decidió por el Periodismo.
Nació en Montevideo el 6 de mayo de 1985; fue competidora e instructora de vela; trabajó como anfitriona en un local de comidas rápidas y como mesera en un restaurante de Punta del Este, mientras estudiaba.
Se inició en los medios con una publicación deportiva dedicada al básquet, tras lo cual incursionó en la radio. Fue asistente de producción y luego productora, hasta llegar a ser presentadora en Uruguay. También trabajó en el diario El Observador, mientras que está en Santo y Seña desde febrero de 2013.